España
300 estaciones, 293 kilómetros, 13 líneas, 1.694 escaleras mecánicas y 519 ascensores. Las cifras impresionan, ¿verdad? Estamos hablando del Metro de Madrid, considerado uno de los más rápidos y limpios de todo el mundo. Su primer tramo se inauguró el día 17 de octubre de 1919 y el primero en recorrer la distancia entre la Puerta del Sol y Cuatro Caminos fue Alfonso XIII, un total de 3,48 kilómetros que pasaban por 8 estaciones. Desde aquel entonces son millones los viajeros que montan en el Metro de Madrid al año. Ahorran tiempo, ayudan a reducir la contaminación y se olvidan de los atascos. Pero, por lo general, aquellos que utilizan el Metro a diario, se olvidan de todos los misterios, curiosidades y anécdotas que encierran cada uno de sus pasillos. En ocasiones esto es consecuencia de las prisas, el ritmo vertiginoso al que se mueve la ciudad y también las agendas atareadas que no conciben casi el mínimo desvío. Detrás de su aparente modernidad de andenes, escaleras y señales con indicaciones, existen historias que merece la pena conocer, ya sea si se es visitante o residente en la capital española. Estaciones fantasmas, sucesos históricos, verdaderas joyas arqueológicas y artísticas… Las hay para todos los gustos y están ahí esperando a ser visitadas y admiradas, ¿te animas a llevar a cabo el tour subterráneo que te proponemos? Te contamos cuáles son las estaciones de Metro más originales de Madrid. Esas en las que, aunque no sean de paso hacia tu destino, deberías parar durante unos pocos minutos. Se tratan de las estaciones de Carpetana, Sol, Ópera, Goya y la ya estación fantasma de Chamberí. Así que la próxima vez que vayas a pasar por ellas, olvídate por un instante del móvil, levanta la vista de libro que llevas en las manos, detén un momento esa conversación y mira a tu alrededor.