FOODIES
Palma no es sólo una ciudad para gozar de su historia y su verano, también de sus ricas propuestas gastronómicas. Te contamos dónde disfrutarlas.
Santa Catalina, La Lonja y Portixol son las tres zonas de la ciudad en la que se dan cita los foodies que visitan la ciudad, tres zonas con tres propuestas gastronómicas diferentes a cada cual más deliciosa y es que en Palma puedes disfrutar tanto de ricos mercados como de propuestas gastronómicas locales e internacionales, de alta cocina y de cocina tradicional; te contamos lo que debes buscar en cada una de estas tres ricas zonas de Palma.
La Lonja
Está en el casco antiguo de Palma, junto al edificio de la lonja, de ahí su nombre; es una zona de mucho ambiente, muchos bares y muchos restaurantes en los que disfrutar especialmente del tapeo y de la cocina tradicional aunque, una vez comiences a callejear, descubrirás que aquí conviven restaurantes con Estrella Michelin con bares típicos españoles. La calle Apuntadores es la más concurrida de este barrio pero, si te agobian las aglomeraciones, no tiene más que perderte por las callejuelas adyacentes porque en toda encontrarás una rica propuesta gastronómica.
El establecimiento más emblemático de esta zona es el Forn de Sant Joan. Además muy cerca de este barrio está el paseo Mallorca llena de ricos restaurantes y muy cerca uno de los mejores restaurantes de Palma, el de Adrián Quetglas con su Estrella Michelin.
Santa Catalina
Es un antiguo barrio de pescadores que se ha convertido en uno de los más bohemios y cosmopolitas de la ciudad, algo que se nota especialmente en su oferta gastronómica. Aquí encontrarás el mercado más antiguo de la ciudad, de ahí que Santa Catalina sea el barrio perfecto para foodies amantes del pescado; los sábados se convierte además en una zona muy bulliciosa en la que corren los vinos acompañados de tablas de queso.
Si quieres disfrutar el tapeo apúntate una calle de este barrio: la calle Fábrica.
Portixol
Es un antiguo pueblo pesquero muy cerca del centro de la ciudad, lo que lo convierte en un destino casi imperdible para comer bueno y rico con vistas al mar; su oferta de bares y restaurantes es de lo más variopinto en donde podrás degustar a placer los mejores mariscos y pesado fresco de la isla, imperdibles además los arroces.
El Portixol es especialmente recomendable para cenar porque podrá disfrutar también de una bella puesta de sol al tiempo que degustas ricos platos mallorquines.