Viajar con mucha historia
En Extremadura nos encontramos con una ciudad tan bonita como es Mérida. Es conocida por todo su cultural romano que alberga pero no solo eso. Así que, si aún no has viajado a esta localidad, te contamos un poco de su historia y todas las razones por las cuales debes de hacerlo ya sin esperar mucho más tiempo.
Mérida, cuyo nombre original fue Emerita Augusta, es uno de los lugares imprescindibles qué visitar para los amantes de la historia y en general, para todo el mundo. Cuenta con un conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad, siendo así uno de los más destacados de nuestro país. Fundada en el año 25 a.C. por su emperador Octavio Augusto, fue la capital de la provincia Lusitania. Actualmente no es capital de provincia pero sí de la comunidad autónoma de Extremadura, por lo que es un importante centro económico y cultural de su región.
El recinto romano que allí se encuentra está formado por numerosos atractivos turísticos. Primeramente, cabe destacar el teatro y el anfiteatro. Este último ha vivido numerosas historias dentro de sus paredes: fue escenario de luchas de gladiadores que dejaban su vida en la arena. Por otro lado, el teatro fue construido entre los siglos 16 y 15 a.C. y lo mejor es que actualmente se encuentra muy bien conservado. Tenía una capacidad para aproximadamente 6.000 personas, convirtiéndose en todo un teatro romano con sus vomitorios, su zona de orquestra y el escenario.
Muy recomendable es también la visita al Museo Nacional de Arte Romano ya que contiene una de las mejores colecciones de escultura y mosaicos de época romana en España. Es de grandes dimensiones y fue edificado por Rafael Moneo, por lo que el edificio en sí ya es digno de ver. Mérida cuenta también con un acueducto conocido como “Los Milagros”, el cual tiene una longitud de 800 metros y una altura que llega a alcanzar los 27 metros en su parte más alta. También en el centro de la ciudad se encuentra un Templo de Culto Imperial, el Templo de Diana, uno de los mejores conservados de la ciudad.
Atravesando el Guadiana hay un puente romano que cuenta con 800 metros de largo y está formado por 60 arcos, posiblemente el puente más largo de la antigüedad. Ha sido restaurado en varias ocasiones debido a la fuerza del agua y por eso cuenta ahora con tan buen estado teniendo en cuenta los años que tiene. Justamente al lado del puente se encuentra la Alcazaba Árabe. En este caso la construcción deja mucho que desear puesto que su interior está bastante “vacío”, encontrando así alguna construcción en medio de una explanada.
Por último y aunque aún quedan más cosas por destacar, recomendamos la visita a las catacumbas de Santa Eulalia, las cuales se encuentran en la parte trasera de esta Basílica. Se puede realizar una visita a las lápidas que hay y aunque es algo rápido, llama mucho la atención ver cómo eran unas antiguas catacumbas romanas.