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Historia de la Iglesia de San Vicente Mártir, el edificio más antiguo que se conserva en San Sebastián

Viajamos hasta San Sebastián para conocer el origen y la historia que esconde la impresionante Iglesia de San Vicente Mártir.

Detalle de la fachada de la Iglesia de San Vicente MártirImagen de Unuaiga en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Es el momento más que perfecto para poner rumbo al País Vasco, concretamente hasta la preciosa ciudad de San Sebastián. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo es la conocida como Iglesia de San Vicente Mártir. Es un templo gótico que podemos encontrar en el casco histórico y es considerado como uno de los monumentos más antiguos de San Sebastián. Es más, es uno de los pocos que logró sobrevivir al trágico incendio que afectó gravemente a la ciudad, allá por el año 1813.

La Iglesia de San Vicente Mártir de San Sebastián, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que este templo se construyó sobre los restos de uno anterior que quedó destruido como consecuencia de un incendio, en el año 1489. Los maestros canteros Miguel de Santa Celay y Juan Urrutia, en 1507, se encargaron de dirigir estas obras que se prolongaron hasta 1574.

A lo largo de su historia, en cuanto al exterior se refiere, esta Iglesia ha sido objeto de numerosos arreglos. Si nos centramos en el interior de este templo, destaca sobre todo por su impresionante retablo central cuya ejecución se acordó en el año 1583. Fue el artista Ambrosio de Bengoechea quien se encargó de esta impresionante obra, que salió de su taller en 1586. Tal es su belleza y espectacularidad que hay quien lo considera como nada más y nada menos que uno de los mejores retablos del romanismo. ¡Y no es para menos! Como curiosidad, la ciudad no dudó en dedicar una de sus calles a Bengoechea.

Interior de la Iglesia de San Vicente Mártir de San Sebastián | Imagen de José Luis Filpo Cabana en Wikipedia, licencia: CC BY 3.0

A pesar de todo, no son las únicas obras que podemos encontrar en este templo que se le atribuyen a este artista. Un claro ejemplo lo encontramos en los medallones situados tanto a la izquierda como a la derecha de la puerta de entrada. En ellos, se representa la Adoración de los Magos y San Bernardo y el Cristo situado en la capilla interior.

No podemos dejar de mencionar las dos importantísimas y destacadísimas obras de Felipe de Arizmendi, escultor donostiarra, que encontramos en esta Iglesia de San Vicente Mártir y que datan del siglo XVIII. Nos referimos al “Ecce Homo”, situado en el fondo de esta iglesia, y el conocido como “medallón de ánimas”, ubicado en el lateral del templo.

Es importante destacar dos elementos más. Por un lado, el impresionante órgano francés de Arístides Cavaille-Coll, construido en 1868. Recientemente se ha sometido a un intenso proceso de rehabilitación, llevado a cabo en la ciudad francesa de Nantes por la prestigiosa firma Renaud-Menoret. Por otro lado, las vidrieras que datan de principios del siglo XX. La mayoría de ellas son de Maumejean, reconocido artista de Biarritz.

En la actualidad, esta Iglesia juega un enorme papel a nivel histórico y cultural en la ciudad. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocidísima Quincena Musical de San Sebastián, puesto allí tienen lugar un gran número de actuaciones. Sea como sea, lo cierto es que estamos ante un emblemático templo no solamente por su belleza, sino también por lo que hay detrás ya que es el más antiguo de los conservados en la ciudad.