CANTABRIA
Viajamos hasta Cantabria, concretamente a San Vicente de la Barquera, para conocer el origen e historia de la Iglesia de Santa María de los Ángeles.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a San Vicente de la Barquera, un municipio situado en Cantabria. Como no podía ser de otra forma, allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es la conocida como Iglesia de Santa María de los Ángeles.
Se trata de una construcción que, en 1931, fue declarada Bien de Interés Cultural. Entre otros datos a tener en cuenta, debemos destacar que se encuentra en la parte más alta de un promontorio rocoso, desde el que se divisa toda la villa. Por ende, esta iglesia es visible desde lejos. Sin duda, se ha convertido en una de las edificaciones más significativas de la villa, y no es para menos.
Estamos, indudablemente, ante uno de los mejores ejemplos en cuanto a arquitectura gótica en Cantabria. Para conocer su origen debemos viajar al siglo XIII, cuando comenzaron esas obras que se prolongaron durante siglos. Según se sabe por documentos conservados, el Rey Alfonso VIII pidió formalmente a su secretario, allá por el año 1210, que cuidara de esta construcción y se encargarse del mantenimiento de este nuevo templo situado en San Vicente de la Barquera. La estructura principal de esta iglesia se terminó de construir en el siglo XIV.
A pesar de todo, hay que tener en cuenta que en el siglo XV comenzaron a llevarse a cabo una serie de reformas, añadiendo capillas laterales a la estructura inicial. Lejos de que todo quede ahí, aproximadamente en el año 1530, se dio el paso de añadir otros tantos elementos. Entre ellos, el ábside, el crucero, la torre y, cómo no, la Capilla de la familia Corro. No podemos dejar de mencionar que, por aquel entonces, también se construyeron el coro alto, la cripta y hasta la sacristía, que destaca por su portada flamígera.
Estamos ante una impresionante iglesia gótica que cuenta con tres naves amplias, siendo la central más alta que las laterales e, incluso, más ancha. A esta iglesia se puede acceder por tres puertas. En la principal pueden verse elementos románicos, pero también góticos. Cuenta con seis arquivoltas y un arco “carpanel”. En el tímpano, a su vez, encontramos tanto una cruz como los escudos de los reyes y de la villa. En cuanto a la puerta occidental, nos topamos con un arco de medio punto y un capitel donde se sitúa el escudo del Reino de Castilla. La tercera de esas puertas es la que está situada en la parte norte.
En cuanto al interior de esta Iglesia, destaca sobre todo por lo sumamente amplia que es. Precisamente por eso, por sus impresionantes dimensiones, no deja indiferente a nadie por su monumentalidad. Y no es para menos. Encontramos, a su vez, unos increíbles pilares formados por columnas adosadas. Además, llaman la atención los arcos apuntados, las bóvedas de crucería y que está perfectamente rematada por nada más y nada menos que tres ábsides rectangulares.
De entre las piezas y elementos del interior de esta Iglesia, llaman la atención los situados en la capilla funeraria de la familia Corro. Destaca, sobre todo, el sepulcro renacentista de Antonio del Corro, que murió en 1556. Está elaborado en mármol y se dice que el autor de esta obra fue Juan Bautista, conocido como “El Viejo”.
No podemos dejar de mencionar el retablo mayor, de estilo barroco, que es obra de Pedro de la Puente Tolnado y Simón de Haro. Allí encontramos la imagen de la Virgen de los Ángeles, que da nombre a esta Iglesia, que data del siglo XV. A su vez, hay que destacar la espectacular talla del Cristo crucificado, al que los habitantes de la villa también guardan una profunda devoción.