JAÉN
Viajamos hasta Baeza, en Jaén, para conocer la historia (o leyenda) que esconde la icónica Fuente de los Leones.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Baeza, ubicada en la provincia de Jaén. Estamos ante uno de los rincones más espectaculares de la comarca de La Loma. No solamente es conocida por su gran producción de aceite de oliva, sino también por haber sido un punto clave en la reconquista de Al-Ándalus.
Denominada “Nido Real de Gavilanes” por el romancero, Baeza cuenta con un gran número de rincones, construcciones y monumentos que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en una de las fuentes más míticas de la ciudad. Estamos hablando, cómo no, de la Fuente de los Leones.
El paso del tiempo ha hecho que, inevitablemente, se convierta en un auténtico emblema de esta ciudad que, en 2003, fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Como no podía ser de otra forma, son muchas las dudas que surgen sobre el origen de esta Fuente.
Tal y como asegura la tradición, procede de nada más y nada menos que de las ruinas iberorromanas de Cástulo. Según la historia que ha pasado de generación en generación, se cree que podría ser la estatua funeraria de Himilce, una princesa íbera que era hija del Rey Mucro de Cástulo.
A pesar de todo, en la actualidad se pone en tela de juicio esta historia, puesto que muchos expertos creen que su origen no es tan antiguo. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en Teresa Chapas, quien afirma que su apariencia hace pensar que su cronología es mucho más moderna de lo que muchos pueden pensar.
Un año a destacar de la historia de esta Fuente de los Leones nos hace viajar al año 1677, cuando Francisco de Torres no dudó un solo segundo en definirla como una fuente que se remataba en una taza, con una cruz y una bola de piedra en su cúspide. Tiempo después, concretamente en el siglo XIX, Pi y Margall quiso aportar una nueva definición.
Ésta decía lo siguiente: “Es una Cibeles entre cuatro leones”. Por lo tanto, conociendo estas definiciones tan concretas y, sobre todo, en espacios temporales tan diferentes, muchos son los que llegan a la siguiente conclusión: esta Fuente es la consecuencia de una remodelación que se llevó a cabo a principios del siglo XIX. Sea como sea, lo cierto es que el paso del tiempo ha provocado que, en la actualidad, sea uno de los grandes atractivos de Baeza. ¡Y nos encanta!