CUENCA

La historia del Palacio Episcopal de Cuenca: ¿sabías que albergó el Tribunal de la Inquisición?

Viajamos hasta la ciudad de Cuenca para dejarnos llevar por la sorprendente historia que esconde el Palacio Episcopal.

Palacio Episcopal de CuencaImagen de AdriPozuelo en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Cuenca, una de las ciudades más sorprendentes y con más encanto que podemos encontrar en nuestro país. Allí podemos ver numerosos monumentos, edificaciones y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio Episcopal que, actualmente, alberga nada más y nada menos que el Museo Diocesano.

El Palacio Episcopal de Cuenca, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que este palacio se instaló en 1250 en una de las casas que el cabildo de la Catedral entregó a don Mateo Reinal, reconocido obispo. En esas casas, que a buen seguro tuvieron un origen musulmán, existen aún numerosas inscripciones árabes.

Otro dato a tener en cuenta nos hace viajar al siglo XV cuando, por aquel entonces, se tomó la decisión de instalar en este palacio nada más y nada menos que el Tribunal de la Inquisición. Permaneció en ese lugar hasta 1530 y, cinco años después, el obispo Diego Ramírez tomó la iniciativa de remodelar este palacio.

Palacio Episcopal de Cuenca | Imagen de Zarateman en Wikipedia, licencia de dominio público

Para hacer efectivo su deseo, no dudó un solo segundo en contratar a Pedro de Alviz. Fue él quien proyectó el palacio con un patio central y una serie de estancias alrededor. En cuanto a lo relacionado con la albañilería, así como la carpintería, quiso contar con las manos de Alonso de León, uno de los carpinteros más reconocidos de la época.

El Palacio Episcopal de Cuenca, a través de sus características

El patio que podemos encontrar en esta edificación está perfectamente conservado. De planta cuadrada, tiene en cada panda nada más y nada menos que tres arcos góticos de sección curva, que nos recuerda a la perfección a ese estilo que en numerosas ocasiones han utilizado los Reyes Católicos para diversas construcciones.

En el piso más alto, divisamos una galería con arcos carpaneles que se apoyan en una serie de columnas de orden jónico. Es aquí donde podemos encontrar el escudo de Diego Ramírez, al igual que en otros rincones de la edificación. Frente al patio principal había otro desde el que se entraba desde el exterior. En él hay nada más y nada menos que dos puertas platerescas que contrastan con las que se colocaron en el zaguán en el siglo XVII. A principios del siglo XVIII, el patio delantero experimentó una gran remodelación por la que, entre otras tantas cuestiones, se amplió la crujía de la fachada principal.

Palacio Episcopal de Cuenca | Imagen de Zarateman en Wikipedia, licencia de domino público

Sea como sea, no es ningún secreto que estamos ante una de las construcciones más sorprendentes y, sobre todo, más significativas de la ciudad. No solamente por su gran belleza a nivel arquitectónico, sino también por la gran historia que hay tras sus paredes. Una visita más que obligada si decides viajar hasta Cuenca para dejarte llevar por su encanto. ¡Estamos completamente convencidos de que no te va a dejar indiferente!