RÍAS BAIXAS

La historia que esconde la Ermita de Nuestra Señora de la Lanzada de Sanxenxo: por qué debes descubrirla

Viajamos hasta Sanxenxo para conocer qué esconde la preciosa Ermita de Nuestra Señora de la Lanzada.

Ermita de Nuestra Señora de la Lanzada de SanxenxoImagen de Iago Pillado en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la provincia gallega de Pontevedra, concretamente hasta Sanxenxo. Allí encontramos un gran número de rincones, monumentos y edificaciones verdaderamente sorprendentes que no dejan absolutamente indiferente a nadie, ni mucho menos.

Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como Ermita de Nuestra Señora de La Lanzada. Se trata de un impresionante templo que data de la etapa comprendida entre los siglos XII y XIII y está situada en la conocida Parroquia de Noalla. Es hora de conocer todo lo que hay detrás de esta curiosa edificación.

Ermita de Nuestra Señora de La Lanzada de Sanxenxo, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que el sitio en el que está ubicada la ermita se trata, actualmente, de un istmo. Tiene como curiosidad que, desde tiempos remotos, está habitado. Un dato que se sabe por la gran cantidad de restos que se han descubierto en las inmediaciones del castro, que datan del siglo VIII a.C.

No solamente eso, sino que también encontramos nada más y nada menos que una necrópolis bajorromana que data del periodo comprendido entre los siglos III y IV d.C, en el que también se han encontrado numerosos vestigios. A pesar de que esta zona destacaba por su ocupación mercantil, también en ella se erigió un faro fenicio o romano que, actualmente, no existe.

Ermita de Nuestra Señora de la Lanzada de Sanxenxo | Imagen de amaianos en Wikipedia, licencia: CC BY 2.0

Sea como sea, esta ermita se construyó en el siglo XII o a comienzos del siglo XIII en estilo románico tardío. Se erigió sobre las ruinas de una antigua iglesia que estuvo ligada a una fortaleza que se levantó, aproximadamente, en el año 952. Los encargados de hacerlo fueron los merinos, bajo las órdenes del obispo Sisnando Menéndez.

El objetivo no era otro que defender las tierras de Santiago de Compostela, y hacerlo conjuntamente con la Torre de Sadurniño (Cambados) y las Torres de Oeste (Catoira). Al parecer, cuando una embarcación enemiga se acercaba a la costa, los habitantes de este lugar encendían hogueras para dar aviso a las zonas algo más alejadas.

Sea como sea, lo que hay que tener en cuenta que la Ermita de Nuestra Señora de la Lanzada acabó siendo testigo de un gran número de batallas. Entre ellas, la de la Reina Urraca I de León y el arzobispo Diego Gelmírez. No fue hasta el siglo XIII cuando esta capilla acabó siendo destruida por los árabes.

Con el paso del tiempo, se procedió a su reconstrucción aunque se hizo de una forma mucho más robusta. Todo quedó en saco roto cuando, en el siglo XV, la construcción resultó seriamente dañada durante la Revuelta Irmandiña. Esto hizo que, en el siglo XVI, terminase abandonada por completo. En la actualidad únicamente se conservan el templo y las ruinas de una de las torres, la Torre de la Lanzada.