VIZCAYA
Viajamos hasta el País Vasco para conocer el origen del Santuario de Urkiola, así como de la piedra que podemos encontrar frente a él.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo al municipio de Abadiano, situado en Vizcaya. Allí encontramos un gran número de monumentos y construcciones que, desde luego, no dejan absolutamente indiferente a nadie ni mucho menos. Un claro ejemplo lo encontramos en el conocido Santuario de Urkiola, donde se venera a San Antonio Abad y San Antonio de Padua. También se le conoce como el Santuario de los Santos Antonios.
Estamos, indudablemente, ante uno de los santuarios más antiguos y venerados de la provincia. Situado en el Parque Natural de Urkiola, la construcción que conocemos en la actualidad es la tercera de la que se tiene registro. Se trata de un edificio de estilo neomedieval cuya construcción comenzó en 1899 y se consagró en 1933.
Como hemos mencionado, según los escritos, es la tercera edificación que se erige en este mismo punto. En 1212 se menciona una pequeña ermita, y también existen referencias de 1567. No existe una fecha exacta que determine su construcción, pero uno de los rectores del santuario asegura que se podría datar su origen entre los siglos VIII y XI.
Este conjunto está formado por un campanario, un antiguo hospital, la casa rectoral y hasta una hospedería. Llama poderosamente la atención el contraste entre el tamaño del edificio formado por naves inacabadas y el pequeño campanario que hay frente al propio Santuario de Urkiola.
Lejos de que todo quede ahí, es importante mencionar que en los alrededores de este conjunto podemos encontrar un cementerio, un vía crucis y hasta dos pequeñas ermitas. Es evidente que por los elementos y construcciones que encontramos en esta zona, se trata de un entorno repleto de simbolismo y espiritualidad. Sobre todo si recordamos que este Santuario está cerca del monte Anboto.
Todo aquel que haya visitado este lugar sagrado, se habrá dado cuenta de que hay una piedra situada en la pequeña plaza ubicada frente al Santuario. Al parecer, aproximadamente en el año 1929, el rector Benito de Vizcarra la encontró en los alrededores.
Se vio sorprendido, ya que le pareció una piedra tremendamente especial. Es por eso que no dudó un solo segundo en colocarla en el lugar en la que la encontramos actualmente. Existen un gran número de teorías al respecto. De hecho, hay quien dice que podría tratarse de un meteorito.
Lo cierto es que es un mineral de hierro, se llama “Tximistarri” y se le ha atribuido un gran poder. Según la tradición, aquella persona que de siete vueltas alrededor de esta piedra encontrará o mantendrá a su pareja. ¡Nada más y nada menos! Eso sí, es importante dar siete vueltas y no más ni menos, puesto que puedes correr el riesgo de perder a tu pareja o no encontrarla.