ANDALUCÍA
Viajamos a Sevilla para conocer la historia que esconde un espectacular templo: la Iglesia de Nuestra Señora de la O.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Sevilla, concretamente al barrio de Triana y conocer la historia que esconde uno de los templos católicos más conocidos de la ciudad. Estamos hablando nada más y nada menos que de la Iglesia de Nuestra Señora de la O, sede de la Hermandad de la O.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que la actual iglesia de la O tiene su origen en una antigua ermita-hospital que estaba dedicada a Santa Brígida de Irlanda, según unos documentos del siglo XV que todavía se conservan. Es ahí donde se empezó a practicar la contemplación del Misterio de la Expectación de Nuestra Señora. Se trata de un antiguo título que tenía la Virgen María embarazada, esperando el parto.
Con posterioridad, en esta ermita se establecieron las hermandades de Nuestra Señora Santa María de la O y de Santa Brígida, así como de las Vírgenes Santa Justa y Rufina. La fusión de todas estas hermandades hace posible que se redacten esas primeras reglas, que no fueron aprobadas hasta el año 1566.
En la segunda mitad del siglo XVII, y como consecuencia de las pequeñas dimensiones de la capilla así como su pésimo estado de conservación, se tomó la decisión de construir un nuevo templo. Estas obras comenzaron en el año 1697 bajo las directrices de los hijos de Pedro Romero, Maestro Mayor de las Fábricas del Arzobispado. En 1702, las obras de la iglesia quedaron terminadas, y fue inaugurada ese mismo año. La condición de sede parroquial llegó siglos más tarde, en 1911.
La Iglesia de Nuestra Señora de la O de Sevilla, a través de sus características
Cuenta con una planta de salón de tres naves, así como cabecera plana. Se trata del primer ejemplo de iglesia columnaria que data del siglo XVIII. En cuanto a las tres naves, además de tener poca diferencia de altura, están cubiertas con espectaculares bóvedas de cañón (nave central), bóvedas de arista (laterales) y bóvedas vaídas (capillas de las cabeceras).
En el interior de esta Iglesia encontramos diversos retablos. El mayor, en el que está la imagen de Nuestra Señora de la O, así como las imágenes de Santa Brígida y Santa Bárbara. En cuanto al lateral de la nave del Evangelio, nos encontramos con la imagen de Nuestra Señora de la O de Gloria, primitiva titular de la iglesia que fue creada en el siglo XVI.
Pero si hay un retablo que llama poderosamente la atención en esta iglesia es el que tiene la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Se trata de una pieza que cuenta con un gran valor, belleza y, sobre todo, es absolutamente única en su género. Está ubicada en la capilla Sacramental.
En cuanto al exterior de este templo, llama la atención su torre de planta cuadrada que fue terminada en 1699. En uno de sus azulejos se puede leer que fue restaurada en el año 1756, tras el devastador terremoto de Lisboa que tuvo lugar en 1755. En cuanto a la portada de la Iglesia, debemos saber que fue labrada en mármol rojizo por Gil Gataón. Se corona con un frontón que contiene el escudo de la Hermandad. ¡Una visita más que obligada si decides visitar Triana!