EXTREMADURA
Viajamos hasta la ciudad de Cáceres para conocer la sorprendente historia que esconde la Iglesia de San Mateo. ¡Te dejará sin palabras!
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Cáceres, una de las ciudades más sorprendentes y con más encanto de España. ¡Y no es para menos! Pasear por sus calles es un auténtico regalo para los amantes de la historia, ya que su centro histórico no deja absolutamente indiferente a nadie.
Entre las tantas construcciones que podemos encontrar en Cáceres, hay una que llama poderosamente la atención. Estamos hablando, cómo no, de la conocida como Iglesia de San Mateo. Se trata de un templo religioso dedicado al Apóstol y Evangelista, que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1982.
La Iglesia de San Mateo de Cáceres, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que esta Iglesia se erigió en el siglo XVI, sobre un solar que años atrás estuvo ocupado primero por una mezquita y, después, por otra iglesia. Esteban de Lezcano, Pedro Ezquerra, Pedro de Marquina y Pedro de Ibarra fueron los arquitectos que, a lo largo de los años, se encargaron de esta impresionante obra.
Entre los tantos elementos a destacar, hay uno que llama poderosamente la atención de los visitantes. Estamos hablando, cómo no, de la conocida como Capilla de los Sande. Ésta fue realizada por nada más y nada menos que Rodrigo Gil de Hontañón, mientras que la portada, de estilo plateresco, es de Guillén Ferrán.
La Iglesia de San Mateo de Cáceres, a través de sus características
Es importante tener en cuenta que estamos ante un estilo gótico, por lo que podemos encontrar, entre sus elementos, un impresionante arco carpanel con columnas en las que podemos encontrar dos medallones dedicados a San Pedro y San Pablo, uno a la izquierda y otro a la derecha.
En el centro, se encuentra la figura de San Mateo. No podemos dejar de mencionar la sorprendente torre que, aunque no tenga muchos adornos y destaque por ser muy sobria, lo cierto es que no deja indiferente a nadie. Este último elemento que se construyó nos hace viajar hasta el año 1780.
De los tantos elementos de esta Iglesia, cuenta con una sola nave y un espectacular altar mayor, de estilo extremeño, realizado por Vicente Barbadillo. Entre las capillas, destacan la de San Juan Bautista (donde está el Cristo de la Encina), y la de San Benito. ¡Son sencillamente espectaculares!