BUCEAR EN CABO DE PALOS
Bucear en busca de barcos hundidos en Cabo de Palos es sumergirse en la historia de España Hoy descansan en sus fondos más de 50 barcos hundidos, aunque muchos de ellos naufragaron en estas aguas víctimas de los submarinos alemanes durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. También hay buques hundidos por colisión que realizaban rutas desde Italia hacia las Américas y otros tantos hundidos para crear arrecifes artificiales. Gigantescas estructuras de acero que reposan entre 30 y 70 metros de profundidad, en lo que es hoy uno de los más importantes cementerios de barcos hundidos del Mediterráneo.
Y si hay un sitio en España en el que sumergirse en busca de pecios antiguos, ese es sin duda, Cabo de Palos en la manga del Mar Menor. A sólo 30 kilómetros de Cartagena, Cabo de Palos, es una península de 400 metros de ancho de calas tranquilas y aguas cristalinas. Pero su principal atractivo está a dos millas y media de la costa, Islas Hormigas. Sus fondos marinos son una Reserva Marina Integral y uno de los mejores lugares de España para practicar el submarinismo. Arrecifes, corales, y restos de naufragios y barcos hundidos son toda una aventura para los amantes del buceo.
Uno de los mayores alicientes de los submarinistas son los barcos que descansan en el fondo del mar, explorarlos en inmersión gusta siempre a estos locos de las profundidades. Descubrir la historia del barco, el riesgo que supone entrar en él, y la posibilidad de una inmersión diferente es un gran aliciente. Y entre los pecios antiguos que podemos encontrar en la zona de Cabo de Palos, hay uno que atrae en especial a buceadores de toda España por ser uno de los barcos hundidos más famosos de nuestras costas, hablamos de Naranjito.
La noche del 13 al 14 de abril de 1943, en una travesía de Cartagena a Barcelona, el Isla Gomera naufragó a causa una vía de agua. El barco se hundió muy rápido a menos de una milla del puerto del Cabo de Palos a causa del mal estado de la mar que originó un desplazamiento de la carga lo que provocó el vuelco del barco. La tripulación logró sobrevivir flotando a la deriva hasta ser rescatada, y las naranjas que transportaba, estuvieron llegando a la costa como restos del naufragio durante mucho tiempo. En aquellos años de posguerra, la población recibió aquellos frutos entusiasmada y desde entonces el barco fue conocido como “el naranjito”. Esta es la historia de Naranjito, que hoy se ha convertido en un reto para los amantes del buceo, y en una de las inmersiones estrellas de Cabo de Palos. Aunque hay que saber que a pesar de su buen estado de conservación, la profundidad a la que se encuentra unido a las corrientes, las termoclinas y a la, a veces, mala visibilidad, la inmersión solo pueden realizarla buceadores con título de avanzado, dos estrellas o superior.
Este carguero de unos 64 metros de eslora y 8 de manga es simplemente espectacular, un mundo de vida marina, ya que sirve de arrecife artificial en las profundidades gracias a su proximidad a la reserva de Islas Hormigas y a las frecuentes corrientes. El barco está bastante entero, reposando en posición de navegación como si quisiera proseguir su marcha. La inmersión se realiza de proa a popa, rodeando con cuidado las pasarelas o huecos, las bodegas y máquinas, todavía reconocibles, pero que suponen un claro peligro de cortes y enganches y de pérdida de visibilidad al remover sedimentos.
La inmersión es en el pecio Naranjito, es de considerable profundidad y a poco que nos detengamos a explorar el pecio tendremos que realizar una importante descompresión en aguas abiertas y con la sola referencia de nuestros instrumentos y la cadena del ancla, así que es muy importante considerar la reserva de aire necesaria para la realización de la inmersión con seguridad. Está es una inmersión considerada como de complicación alta.
Son varias las empresas que organizan estas inmersiones como El Club de Buceo Isla Hormigas o del Centro de Buceo Naranjito. Sin duda, bucear en busca de El Naranjito es una experiencia increíble que difícilmente olvidarás.