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ESCAPADA MÁGICA A SEGOVIA

La Ruta del Color

Pueblos rojos, negros y amarillos, unos de los paisajes más coloridos de la fascinante Castilla y León.
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Más de 200 municipios cargados de historia, tradiciones, artesanía, belleza, arquitectura singular, patrimonio monumental e industrial y leyendas, multitud de leyendas. Viajamos a la Ruta del Color en la provincia de Segovia. Un universo bello, de espacios verdes naturales que invitan a perderse y bosques en los que respirar el aire puro; y de muchas emociones, las que nos ofrecen las propuestas de turismo activo de la zona. 

Riaza, Maderuelo o Ayllón son solo algunos de las localidades con encanto que atraen a los que, como nosotros, aman el atractivo rural. Estamos cerca de los Pueblos Rojos, Negros y Amarillos. Una arquitectura popular en plena naturaleza que forma parte de la zona nordeste de la provincia de Segovia.

Un área salpicada de mágicos rincones, donde la tranquilidad y la belleza lo enmarcan todo. Un viaje que nos lleva de vuelta al pasado, a los sabores y a los aromas de antaño, rodeados de espacios naturales que permiten disfrutar como nunca del aire puro, lejos del bullicio de las grandes ciudades. Así es la Ruta del Color que comienza en Riaza, entrada a uno de los paisajes más coloridos de la fascinante Castilla y León.

La Ruta del Color, parte del entorno de esta villa, y se extiende ante nosotros, formando un mosaico de pequeños pueblecitos que encandilan a simple vista y de los que uno desearía no salir nunca. El itinerario abarca los Pueblos Amarillos, pedanías que se caracterizan por el color amarillo de sus construcciones; los Pueblos Rojos, denominados así por el rojo que tiñe las tierras de la Sierra de Ayllón, tierra que también se utiliza en las construcciones de la zona; y los Pueblos Negros, con una singular arquitectura de tonos oscuros, debido a la pizarra, como es el caso de El Muyo.

Pero antes de adentrarnos en este festival cromático, el de la Ruta del Color, la visita a Riaza es imprescindible. Deambular por sus calles y descansar en su espectacular Plaza dividida en dos partes por el edificio del Ayuntamiento, es ya todo un acontecimiento. La plaza con forma de elipse, es el lugar en el comer o tomar algo ante de seguir. El coso de la plaza esta rodeado por gradas de piedra que cuentan con una balaustrada de hierro. Y a su alrededor casas solariegas, como una del siglo XVI que conserva su escudo y su capilla barroca, y casas típicas riazanas, de curiosos tejados.

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La Iglesia de Nuestra Señora del Manto, de estilo renacentista, con su colección de arte sacro, recoge parte del patrimonio parroquial de pueblos como Alquité, Madriguera, Riaza, Requera de Fresno o Villacorta, este último, integrado en los conocidos como Pueblos Rojos, y en la que destacan piezas de escultura románica y gótica, arte del renacimiento y del barroco y platería española y objetos litúrgicos. 
En Villacorta, por cierto, hay una encantador hotel rural, El Molino de la Ferrería, del que ya os hablamos en Viajestic, y por el que deberías pasar, bien para alojaros, bien para disfrutar de una excelente comida y pasear a lo largo del río o tomar un café frente a la chimenea.

En los alrededores de Riaza se puede disfrutar de la naturaleza y de la vida al aire libre. No dejes de acercarte a la Ermita de Hontanares que se levanta a 1.400 metros de altitud entre un bosque de robles y pinos, o de subir hasta el Mirador de Peñas Llanas, que ofrece las mejores panorámicas de las fronteras con los territorios de Burgos, Guadalajara, Madrid y Soria.

Entre Riaza y Villacorta, en esta ermita se puede disfrutar de una jornada en compañía de los más pequeños o con amigos. Con un pequeño restaurante rústico con chimenea, excepcional, y un parque infantil. Este es uno de esos planes para pasar el día. Ideal cuando arrecia también la nieve en el invierno.

Los amantes de las emociones fuertes disfrutarán de la coqueta estación de esquí y de la montaña de La Pinilla, en el valle de Riaza. No solo los deportes de invierno son famosos en esta estación conocida por la variedad, calidad y longitud de sus pistas. Las actividades que se pueden levar a cabo durante todo el año aquí son las tirolinas, el puente tibetano, el tiro con arco, la escalada en su rocódromo, emprender rutas en BTT y un disfrutar de un Bike-Park permanente, pionero en España, de nueve circuitos con descensos de diferente dificultad.

Riaza y su entorno son solo una parte de todo lo que ofrece el Nordeste de Segovia. Si decides viajar hasta allí, es imprescindible conocer algunos enclaves cercanos de gran belleza, como el medieval Ayllón. Una población declarada Conjunto Histórico Artístico nacional desde 1973, y una de las localidades turísticas más famosas de Segovia. Cuenta con joyas como el Puente Romano sobre el río Aguisejo; el Arco, una de las tres puertas de entrada a la Villa; la preciosa Plaza Mayor, porticada con la Torre de la Martina; las iglesias de San Miguel y Santa María La Mayor y algunos conventos y edificios de gran valor patrimonial. Hay visitas teatralizadas, artesanía y una gastronomía única.

Cerca no dejes de pasar por Madriguera, uno de los principales Pueblos Rojos de Segovia. El color rojo intenso de sus edificios construidos con arcilla y piedra roja de la zona, y la restauración llevada a cabo con mimo en este pueblo, dan una imagen idílica. Merece la pena dar una vuelta y acercarse hasta la iglesia y a su curioso cementerio.

Y un must, Maderuelo, situado sobre un alargado espolón que rodea el curso del río Riaza. Con las hoces del río Riaza a sus pies, Maderuelo te dejará con la boca abierta. Una villa antiguamente amurallada que mantiene gran parte de sus muros, así como el Arco de la Villa, una puerta de acceso que conserva incluso los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada. Pasear por sus calles es como un viaje al pasado, uno puede imaginar a los caballeros entrando con sus monturas por las plazas, y recrear como sería el ambiente en tiempos pasados en sus edificios y templos.

Turismo de Segovia

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