OURENSE
El Monasterio de San Pedro de Rocas es sencillamente espectacular y mágico. Es el momento más que perfecto para que descubras la historia que hay detrás.
No es ningún secreto que el Monasterio de San Pedro de Rocas es una de las edificaciones más sorprendentes que, desde luego, podemos encontrar en nuestro país. Está situado en un lugar emblemático como es el monte Barbeirón, en la provincia de Ourense, rodeado de espectaculares formaciones rocosas que le dieron, desde luego, nombre a este lugar.
De su historia se sabe que en el año 573 fueron seis los varones que heredaron esta edificación, algo que hace pensar en la posibilidad en el inicio de una posible vida en comunidad. Lo cierto es que, este Monasterio de San Pedro de Rocas, es uno de los primeros rincones de Galicia donde se pasa de esa vida en solitario a una en grupo.
Tenemos que viajar al siglo IX cuando la vida en este lugar comienza a resurgir. Concretamente, nos trasladamos a la época de Alfonso III el Magno. El caballero Gemodus es la figura que se encargó de la restauración de esta espectacular edificación. En el siglo X, el de San Pedro de Rocas se convirtió en un monasterio que dependía, de manera directa, de Celanova, aunque parte del siglo XII estuvo marcado por su estrecha vinculación con el de Santo Estevo de Ribas de Sil.
Viajamos a finales del siglo XV, cuando la reforma benedictina comenzó a hacer acto de presencia en Galicia. Esto supuso el desarrollo de una cuestión crucial: la agrupación de monasterios. Por lo tanto, el Monasterio de San Pedro de Rocas empezó a formar parte, como priorato administrativo, de San Salvador de Celanova. Dejamos atrás la vida de monasterio autónomo, dando paso a una parroquia que está regida por monjes. Todo ello hasta que llega la conocida desamortización.
Cabe destacar que este Monasterio de San Pedro de Rocas ha sufrido, a lo largo de los siglos, varios incendios. Uno de los más graves tuvo lugar en el siglo X, con el que el archivo quedó completamente destruido. Otro tuvo lugar en 1928, quedando el edificio en un estado realmente complicado. De ahí se decide no restaurar la iglesia y, por su parte, edificar una nueva en Quinta do Monte, que es algo más sencilla.
Nada más llegar al lugar encontramos la conocida como Casa Prioral, de finales del siglo XVII. Parece ser que se trata del solar donde se encontraba el primitivo monasterio que quedó completamente destruido en uno de los incendios. A su lado está la iglesia, que fue conformada tal y como la encontramos en la actualidad entre los siglos XII y XIII. Cuenta con una capilla central y dos laterales.
La actual fachada de la iglesia se concibió imitando el estilo de la Casa Prioral. Otra cuestión a tener en cuenta de este Monasterio es el campanario que, desde luego, es su símbolo. Es diferente al resto porque está sobre un monolito de roca natural a gran altura. ¡Y eso lo hace verdaderamente fascinante! Lo cierto es que el Monasterio de San Pedro de Rocas es un edificio sorprendente que, desde luego, no te dejará indiferente.