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Diócesis de Cuenca

Monasterio de Uclés: Descubre su sorprendente historia

El Monasterio de Uclés es uno de los más importantes, a nivel cultural e histórico, de nuestro país. Es el momento de descubrir su historia.

Monasterio de UclésImagen de Rafa Esteve en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

El Monasterio de Santiago de Uclés está ubicado en el noroeste de la conocida Diócesis de Cuenca, por lo tanto, está bastante cerca de la Comunidad de Madrid. Es evidente que la mejor época para visitarlo es a finales del invierno o a principios de verano, ya que el clima es óptimo.

Es una manera más que perfecta para admirar la belleza que desprende. Ese topónimo de “Uclés” deriva, al parecer, de Ocilis. Ese era el nombre por el que se conocía a los romanos. Cerca de este mismo lugar, encontramos un paraje llamado “La Calzada” que, desde luego, recuerda a esa calzada romana entre Alcalá de Henares (Complutum) y Segóbriga. Por este preciso lugar llegaron a pasar desde visigodos hasta musulmanes. La fortaleza (que no monasterio) de Uclés es conocido por una miniatura del Tumbo Menor de Castilla. Allí se recoge el esquema de es castillo junto a Alfonso VIII y su esposa Leonor, reyes de Castilla. Con el paso del tiempo, fue adquiriendo cierta relevancia puesto que se encontraba entre dos reinos: Toledo y Valencia.

Monasterio de Uclés | Imagen de Angel Aroca Escámez en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Alfonso VI, en el año 1085, no solamente toma Toledo sino también Uclés y, por ende, empieza a formar parte del bando cristiano. Tan solo un año después, tras la batalla de Zalaca, el castillo pasa de nuevo a manos de los musulmanes. Cabe destacar que en la zona cercana llamada “La Defensa”, en el año 1108, tuvo lugar la conocida batalla de Uclés o de los Siete Condes. Fue contra los almorávides y, en esta contienda, murieron los siete infantes de Lara, así como el infante don Sancho (hijo del rey Alfonso VI).

Al poco tiempo, los almorávides ocuparon este castillo. Los musulmanes, por su parte, conocen este enfrentamiento como la Batalla de los Siete Puercos. Después de muchísimas contiendas, en 1157, este castillo pasa al rey Alfonso VII de Castilla. Tan solo unos años después, Alfonso VIII decidió donar esta fortaleza a nada más y nada menos que la Orden de Santiago. Con el tiempo, se levantó un convento que dio origen al que conocemos en la actualidad.

Cabe destacar que en la iglesia de este precioso y significativo Monasterio de Uclés estuvieron enterrados nada más y nada menos que don Rodrigo Manrique y su hijo Jorge. Este último es famoso por haber escrito esas Coplas por la muerte de su padre. Con la construcción actual, esas tumbas fueron removidas. Tampoco se conoce el destino de esos restos mortales.

Monasterio de Uclés | Imagen de Mr Tickle en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

En el año 1529, durante el reinado de Carlos I de Castilla, el monasterio sufrió una de sus modificaciones más significativas. ¿La razón? Se convirtió en la misma Sede de la Orden de Santiago. Hasta ese preciso momento además de ser un convento, también era un castillo. Por tanto, continuaba adquiriendo una gran importancia a nivel histórico. Varios siglos después, hasta llegar al año 1809, estaba teniendo lugar la conocida Guerra de la Independencia. En Uclés tuvo lugar una de las batallas más decisivas entre las tropas francesas y españolas. La derrota fue de este último bando, por lo que supuso el saqueo del pueblo.

En el año 1936, durante la Guerra Civil, el Monasterio de Uclés experimentó numerosos daños. Por si fuera poco, cabe destacar que fue un Hospital de Sangre del bando republicano. Cuando terminó la guerra, pasó a ser una cárcel para los presos políticos. Todo ello hasta que llega el año 1949, puesto que entonces se transforma en nada más y nada menos que en un Seminario Menor.

Como dato curioso, tenemos que tener en cuenta que en el mismo interior de este Monasterio de Uclés se han rodado numerosos largometrajes. Entre ellos destacan ‘Los Tres Mosqueteros’ e, incluso, ‘Alatriste’, cuyo director es nada más y nada menos que Agustín Díaz Yanes. ¡Un lugar lleno de historia, qué duda cabe!