Pirineos
Quien dice que los Pirineos son solo para el invierno, la nieve y los esquíes no conoce el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, es un destino para cualquier época del año, uno de esos que se quedarán para siempre grabados en tu memoria ¿por qué? porque las estampas que nos regala el macizo calcáreo más alto de Europa -Monte Perdido- rodeado por sus cuatro valles -Ordesa, Añísco, Escuaín y Pineta- son sencillamente inolvidables.
Este espectacular parque ha permanecido cerrado durante un tiempo, como medio mundo por no decir el mundo entero, debido a la pandemia de coronavirus pero desde el pasado mes de junio nos espera con sus valles y sus picos abiertos.
Valle de Ordesa
En tu primera visita a este espectacular entorno natural tendrás que empezar por el Valle de Ordesa, especialmente si estás en baja forma o si viajas con niños o con personas mayores y es que es precisamente en este valle donde podrás transitar por una ruta tan famosa por su belleza como por su facilidad (apta para todos los públicos): la ruta hasta la Cascada de la Cola de Caballo.
Por supuesto esta no es la única ruta recomendable del valle de Ordesa que es, además, el corazón de este Parque Nacional: la Cascada del Estrecho es también espectacular, tanto como las Gradas de Soaso, el Bosque de las Hayas o el Tozal del Mayo; son numerosas las rutas que se pueden realizar en este valle y además pueden recorrerse en cualquier época del año desde el pueblo que sirve de acceso al valle, Torla.
En tus rutas por el Valle de Ordesa de acompañará la fauna de la zona, verás buitres, águilas, quebrantahuesos y marmotas entre otros animales.
Valle de Pineta
Si quieres visitar un valle de origen glacial que te plante frente al Monte Perdido, deberás dirigirte a Bielsa que, además de famoso por su carnaval, pasa por ser el pueblo que da entrada al Valle de Pineta.
La espectacularidad de las rutas que puedes recorrer en este valle es innegable, especialmente porque el valle termina ante la mole de las Tres Sorores (Monte Perdido, El Cilindro Marboré y Soum de Ramond) que se elevan por encima de los 3000 metros.
No son pocas las rutas que recorren este valle pero hay dos que destacan entre el resto: Los Llanos de la Larri para toda la familia y el Balcón de Pineta para quienes estén dispuestos a afrontar unas 5 horas de caminata en ascenso, eso sí, el premio es sencillamente espectacular porque las vistas desde el Balcón de Pineta y desde el lago Marboré son de escándalo.
Las Gargantas de Escuaín
El pueblo de Escuaín da nombre a este valle que es el más pequeño de los 4 que rodean Monte Perdido, es probablemente el menos transitado pero nadie que lo haya visitado puede dudar que merece ser descubierto y recorrido no solo por sus espectaculares gargantas sino que es también un destino ideal para los amantes del avistamiento de aves.
El sendero de los miradores de Revilla es una de las rutas imperdibles, sencilla e ideal para recorrer en familia, eso sí, son unas 3 horas de caminata.
El Cañón de Añisclo
Si lo que quieres es ver una montaña partida en dos, dirígete a Escalona porque desde allí podrás acercarte al imponente Cañón de Añisclo y ver precisamente eso, el aspecto de una montaña abierta en canal.
La 'culpa' de la existencia de este cañón la tiene el río Bellós y es precisamente la ruta que discurre entre un puente sobre este río y el río Aso la más sencilla que podrás recorrer en esta zona, se recorre en menos de una hora y te regalará estampas inolvidables del cañón y también de las cascadas del río Aso.
Más información en Turismo de Aragón - Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.