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CANTABRIA

Oyambre y La Rabia, un playa de escándalo

Cuando pensamos en playas de escándalo tendemos a pensar en el Mediterráneo pero la costa cantábrica guarda joyas como las playas de Oyambre y La Rabia.

La RabiaImagen cortesía de Turismo de Cantabria

A 4 kilómetros de Comillas y a 6 de San Vicente de la Barquera, en el corazón del Parque Natural de Oyambre, encontramos dos playas que no dejan indiferente a nadie, son las playas de Oyambre y La Rabia; la belleza de estos dos arenales comienza por sus alredores, porque están situadas en un enclave natural que tiene además la ventaja de no estar alejado del mundo sino muy cerca de visitas obligadas en Cantabria como el Capricho de Guadí, el Palacio del Marqués de Comillas o la Capilla Panteón de Sobrellano y muy cerca también del idílico paseo marítimo de San Vicente de la Barquera y su intensa vida marinera (¡y veraniega!).

Claro que nosotros hoy vamos a la playa.

Playa de Oyambre | Imagen cortesía de Turismo de Cantabria

La playa de Oyambre es un paraíso para pasearlo y como su longitud apenas alcanza los 2 kilómetros el paseo es más que asequible; su arena es fina y dorada, sus aguas color esmeralda y su estado de conservación es magnífico, es una playa perfecta para toda la familia porque, aunque es una playa casi virgen y casi aislada, se aparca cerca, hay acceso para minusválidos y también socorrista. Junto a esta maravillosa playa está la playa de La Rabia, más pequeña pero igualmente encantadora; la ría de La Rabia es un ecosistema protegido, forma parte de hecho del Parque Natural de Oyambre, es un lugar visitado por los amantes del avistamiento de aves y también por quienes aman las playas vírgenes, la de La Rabia es pequeña y contigua a la de Oyambre, es un playa aislada pero accesible, de oleaje moderado, con arana fina y dorada y sí, tiene servicio de socorrismo así que es una playa segura.

Paseo junto a la playa de La Rabia | Imagen cortesía de Turismo de Cantabria

Sabemos lo que estás pensando: estamos en el norte, el clima es revoltoso, que si sopla el viento, que si el agua está fría... Pero el verano llega a todas partes, también al norte, y aun en el caso de que en tus días de norte y mar el tiempo ante revuelto, la ventaja de estas dos playas es que su belleza y la de su entorno es tal que merece la pena visitarlas tanto en bikini o bañador como con la sudadera puesta.