CÁDIZ
Fuentes, esculturas, lagos, cascadas y mucha naturaleza. ¿Conocías este remanso de paz de Cádiz?
Cádiz es una ciudad bañada por el mar y sus principales atractivos se encuentran cerca del agua. Es cierto que sus callejuelas estrechas invitan a recorrerlas con calma. Y que tiene edificaciones, como su catedral, que apetece admirar sin descanso un buen rato desde alguna terraza. Pero es una ciudad de costa y sus lugares más fotografiados son la playa de La Caleta, sus castillos o el conocido como malecón de Cádiz: un paseo amurallado con unas increíbles vistas panorámicas. No obstante, junto al mar también está otro lugar que merece un reconocimiento: el parque Genovés, un espacio verde en el que perderse entre la naturaleza.
Se trata de un parque urbano rodeado por las murallas de la parte antigua de la ciudad. Está muy cerca del casco histórico de Cádiz, a apenas unas pocas calles, y por eso visitarlo resulta casi obligatorio en una estancia en la ciudad, por corta que esta sea.
Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, concretamente a sus últimos años. No obstante, con el paso del tiempo se ha ido remodelando y ampliando hasta dar lugar al parque que existe ahora. En realidad, debes saber que no solo el parque en sí mismo ha cambiado, sino que también lo ha hecho su nombre.
El parque Genovés de Cádiz comenzó siendo el paseo del Perejil, dado lo modesto que era y lo descuidado que lo tenían. En 1854 fue remodelado y pasó a llamarse paseo de las Delicias. Pero las obras más grandes tuvieron lugar en el año 1892 bajo decisión del entonces alcalde Eduardo José Genovés i Puig, del que proviene su actual nombre.
Fue en ese momento cuando el parque comenzó a ser más o menos como en la actualidad. Se instalaron fuentes, un precioso lago con cascada que se puede cruzar por un puente, un salón de conciertos y también un café. Se plantaron nuevos árboles y se llevaron hasta allí especies botánicas bastante curiosas que hasta entonces no estaban. Más tarde, en el siglo XIX, se construyó un teatro que después se convirtió en la Escuela de Arte Flamenco. Pero como no podían dejar al jardín sin uno, se levantó otro teatro, el Teatro del Parque, que todavía sigue en pie.
Todos estos espacios se pueden ver en el Parque Genovés hoy en día, un lugar repleto de naturaleza que se encuentra junto al mar. Allí se puede pasear por su avenida central o por sus caminos secundarios y contemplar sus esculturas. Se pueden ver de cerca cipreses, palmeras datileras y otras especies de plantas. También se puede admirar la doble hilera de parterres simétricos del parque o la asimetría del resto del recinto. En definitiva, es un espacio que invita a la calma y al descanso en una ciudad en la que cada vez hay más gente.