Descubre Menorca
Si quieres conocer algo más de la esencia de Menorca, acompáñanos en este recorrido por Mahón. Hablaremos de lugares conocidos y otros que no lo son tanto, pero sí son ideales para descubrir la capital.
Prácticamente siempre, cuando pensamos en las islas (en este caso Baleares), lo hacemos etiquetándolas como destinos de verano. Por una parte es normal, claro. Sus pueblos de pescadores y sus idílicas calas convierten a las islas en lugares perfectos para pasar las vacaciones de julio o agosto. Sin embargo, las islas, y en este caso Menorca, no son solamente aguas cristalinas y arenas blancas. De hecho, Menorca cuenta con ciudades como Ciudadela o Mahón, de la que vamos a hablar hoy, que bien merecen un paseo en cualquier época del año.
Mahón es la capital de Menorca. Está situada en el extremo este de la isla y cuenta con alrededor de 28.000 habitantes. Para empezar a hablar de esta pequeña ciudad, lo haremos mencionando su puerto. Y es que no es un puerto cualquiera, sino que es el segundo puerto natural en la lista de los más grandes del Mediterráneo.
El puerto de Mahón cuenta con seis kilómetros que se meten tierra adentro, permitiendo así el paso de los barcos. Pero además de barcos, a lo largo del puerto encontrarás bares y restaurantes, además de la isla de Lazareto y la del Rey (a las que deberás llegar en barco) o la fortaleza de de Sa Mola.
Por otro lado, para seguir descubriendo Mahón se debe hacer una visita al Portal de San Roque. Se trata de los restos de la que fue la antigua muralla medieval de la ciudad, y es interesante porque conserva su arquitectura gótica. Y hablando de cosas interesantes, tampoco podemos olvidar la iglesia de Santa María o la plaza del Ayuntamiento.
Por supuesto, no podemos dejar de lado la gastronomía: es una de las cosas que deben conocerse sí o sí cuando se visita un lugar. Así pues, en el itinerario por Mahón no puede faltar una parada en el Mercat des Claustre. Se trata de un mercado en el que además de paradas de artesanía, hay también otras en las que adquirir alimentos locales como el queso de Mahón. Dejando la comida un lado, pasamos ahora a hablar de bebida. ¿Has escuchado hablar de la ginebra menorquina? Pues podrás conocer su historia y su modo de fabricación, además de comprar alguna botella, en la fabrica Gin Xoriguer.
Por supuesto, aunque como ya hemos visto no es lo único importante de la ciudad, no podemos olvidar sus calas. Sea verano o invierno, son visitas imprescindibles Cala Tortuga, Cala Mesquida y Cala Sant Esteve, en la que se encuentran los restos del que fue en su momento el Castillo de San Felipe.
Finalmente, vamos a hacer mención al Museo de Menorca. Se encuentra situado en un antiguo convento y allí hay expuestos objetos de la prehistoria en la isla.