Islas Canarias
Fuerteventura presenta una de las playas más fotografiadas en redes sociales. Se llama Playa de las Palomitas, y esta es su verdadera y sorprendente historia.
Fuerteventura es una de las Islas Canarias que cuenta con playas para todos los gustos, y para muestra un botón. No solamente cuenta con calas de arena fina y unas pendientes muy suaves, sino también otras tantas que son abruptas y rodeadas de enormes escarpes. Es el momento de hablar de una de lo más peculiar: La Playa de las Palomitas.
Bajo el hashtag #PopCornBeach, esta playa lleva siendo popular en redes sociales desde el año 2015. Cabe destacar que no es la única Playa de las Palomitas que existe en esta isla, puesto que hay varias repartidas por todo el litoral. De hecho, las más populares son las del Hierro y la Caleta del Barco. Las dos se encuentran en el municipio de la Oliva.
Ahora bien, ¿por qué se llama Playa de las Palomitas? Muy sencillo. Tiene un suelo de lo más singular, puesto que está compuesto por una serie de rodolitos. ¿Y qué son los rodolitos? Son unas algas calcáreas que han sido originadas bajo el fondo marino. Es entonces cuando las corrientes, poco a poco, han ido acercándolas a la orilla. Y sí, tienen forma de palomita de maíz.
La playa de la Caleta del Barco (o playa del Bajo de la Burra) es una de esas Playas de las Palomitas menos conocidas de la isla canaria. No solamente es un lugar absolutamente perfecto para ver el atardecer, sino que en sus profundidades se albergan una serie de leyendas de piratas, barcos hundidos y hasta ¡cuentos de tesoros escondidos!
Esta playa se encuentra en La Oliva, y cuenta con unos 500 metros de longitud, así como una anchura de 10 metros aproximadamente. Por lo tanto, la playa de la Caleta del Barco presenta un paisaje volcánico de lo más abrupto mientras que, a modo de contraste, su suelo está repleto de esos rodolitos que parecen palomitas de maíz.
Esta es la leyenda de la Caleta del Barco
Muchas veces, los nombres nos dan pistas de su historia. De ahí que la playa se llame “Caleta del Barco”. Tenemos que viajar hasta finales del siglo XVIII, donde ya se hablaba en Fuerteventura de un barco próximo a Corralejo que, en su cargamento, llevaba oro. La leyenda nos cuenta que un barco pirata, que navegaba por esas aguas, asaltaba ese tipo de barcos para quedarse con el botín.
Entre esta tripulación pirata, al parecer, había preso un hombre de Lajares. Él vio que estaba cerca de su tierra, por lo que no dudó un solo segundo en asegurar al capitán que cerca se encontraba un tesoro. Eso sí, su verdadera intención era tratar de escapar de esos piratas. Es por ello que les llevó hasta el Bajo de la Burra para que el barco encallara y, de esta manera, escapar. Lo logró y, cuando trataba de huir nadando, uno de los piratas lo atrapó y lo mató.
Otra de las leyendas es que, en efecto, el barco encalló cerca de la Caleta del Barco pero, además, los piratas decidieron esconder el tesoro en la conocida actualmente como Cueva del Dinero, es decir, cerca de Majanicho. Por lo tanto, una vez más comprobamos que los nombres siempre tienen una historia detrás.
Una leyenda que marcó a toda una generación
Como todas las leyendas, siempre suele haber una parte de realidad. La historia de este barco pirata hundido llegó a ser muy popular en Cuba y, de hecho, fue transmitida de padres a hijos en el siglo XIX. De ahí que en los años 40, un majorero regresó de Cuba para comenzar a buscar ese tesoro pirata. Por ese mismo motivo, excavaron en la Cueva del Dinero sin encontrar absolutamente nada.
Eso sí, en febrero de 1998, dos buceadores encontraron una serie de cañones en la “Caleta del Barco”. Encontraron hasta 14 piezas de artillería de hierro fundido, entre otros tantos objetos. Estos cañones, aparte de llegar a pesar tonelada y media, pertenecieron a un barco español que los ingleses lograron hundir en 1780. Por lo tanto, este puede que sea el verdadero inicio de la leyenda del tesoro de la Cueva del Dinero.
Sobre la Playa de las Palomitas de Fuerteventura
El acceso a la Caleta del Barco es bastante sencillo, puesto que se hace a través de una pista de tierra que conecta Corralejo y Majanicho. Es un lugar absolutamente perfecto para ir con niños, no solamente por el mar y las vistas, sino también por la leyenda de piratas que hay detrás. Eso sí, no es muy recomendable alejarse de la orilla si quieres bañarte ya que la parte de la costa majorera tiene fuertes corrientes.
Por si fuera poco, cabe destacar que la Caleta del Barco es un lugar perfecto para practicar deportes como el surf o, incluso, el submarinismo. Cerca de este lugar encontrarás unas salinas naturales que no te dejarán indiferente. ¡Ah! Y si te lo estás preguntando… No, no podrás llevarte rodolitos como recuerdo. De hecho, está completamente prohibido ya que hay que tener en cuenta que cada una de estas “palomitas” tarda, aproximadamente, 50 años en formarse.