SECRETOS DE SALAMANCA
El Pozo de Nieve es uno de los monumentos más desconocidos de esta ciudad de Castilla y León, pero estamos seguros de que no te dejará indiferente.
Salamanca es una de las ciudades más espectaculares que podemos encontrar en nuestro país. Es históricamente fascinante, y lo mejor es que nunca deja de sorprendernos en ningún momento. Por ese mismo motivo es el instante más que perfecto para descubrir uno de los lugares que más consigue sorprender a quienes lo visitan.
Debemos trasladarnos al Paseo del Rector Esperabé número 85, a unos 5 minutos andando de la Catedral de Salamanca. En este punto podemos encontrar el conocido como Pozo de Nieve. Estamos, sin lugar a dudas, ante uno de los monumentos más peculiares que podemos encontrar en Salamanca pero, a su vez, también más desconocidos.
Su construcción se realizó en el año XVIII como parte del llamado Convento de San Andrés, conocido como “El Escorial salmantino” por sus grandes dimensiones. La función que tenía este Pozo de Nieve era de lo más peculiar puesto que era no solamente para almacenar, sino también para conservar la nieve que se transportaba tanto de la Sierra de Francia como de la Sierra de Béjar.
De esta manera, se convertía en hielo para darle diferentes usos. En cuanto a sus características, este Pozo de Nieve de Salamanca cuenta con una profundidad de más de 7 metros. Por si fuera poco, cabe destacar que está perfectamente cubierto por una bóveda donde la pizarra es absoluta protagonista.
El Pozo de Nieve está ubicado precisamente junto a la Cerca Nueva, a la misma altura del único tramo de la muralla de Salamanca que se conserva en la actualidad. A pesar de todo, debemos tener en cuenta que en los años 2016 y 2017 se tomó la decisión de adaptar este Pozo para que pudiera ser visitado por las personas que así lo deseasen.
Este espectacular recorrido parte desde el propio Pozo de Nieve hasta llegar al jardín, desde donde se pueden ver los conocidos como Siete Picones de la Cerca. Posteriormente, los turistas pueden acceder a esas dependencias del que era el Convento de San Andrés, así como los famosos túneles subterráneos de la ciudad. La visita guiada termina observando este precioso Pozo, desde abajo. Estamos seguros de que no te dejará indiferente.