Sevilla, escapada ideal
En otoño las temperaturas se suavizan, permitiendo ver y disfrutar de Sevilla pero sin renunciar al buen tiempo. La ciudad de la Giralda tiene un hueco perenne en nuestros corazones y cada vez que volvemos descubrimos algo nuevo.
Los Alcázares
Este conjunto palaciego amurallado y que fue construido a lo largo de etapas históricas, es un clásico en nuestras visitas a Sevilla. Pasear por sus jardines, ver a los peces del estanque y deambular por alguna de sus estancias. Es el palacio real en uso más antiguo de Europa, pues es donde se aloja la Familia Real en sus visitas a la capital andaluza. En 1987 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad, junto a la catedral de Sevilla y al Archivo de Indias.
La Catedral de Sevilla y el Patio de los Naranjos
Este templo de estilo gótico es la catedral más grande del mundo. Fue levantada en el mismo sitio donde había estado anteriormente la mezquita aljama de Sevilla. Este complejo monumental incluye la famosa Giralda que custodia la ciudad y el bello patio de los Naranjos. Tras subir a La Giralda, un paseo entre los naranjos nos hará recuperar el aliento y servirá como pequeño descanso.
Museo Arqueológico de Sevilla
Si echamos la vista atrás nos daremos cuenta que la zona de Andalucía tuvo mucha relación con las civilizaciones que llegaron en la antigüedad como fenicios o griegos. Además de que aquí se encontraban los Tartessos. Visitar este museo nos permitirá conocer un poco más de nuestro pasado más lejano. Este museo alberga piezas tan singulares e importantes como el Tesoro de Carambolo, esculturas de Venus, de Trajano, o el mosaico de Baco entre otras.
Museo de Bellas Artes de Sevilla
Es una de las pinacotecas más importantes de España gracias a la rica y diversa colección de obras con la que cuenta. El edificio donde está el museo fue originalmente la sede del convento de la Orden de la Merced, que con las desamortizaciones del siglo XIX pasa a manos del estado, constituyéndose el museo en 1835. Entre las pinturas más destacadas de su colección están las realizadas por autores como Zurbarán, Velázquez, o Murillo; así como esculturas de Juan de Mesa, Pedro de Mena, o Pietro Torrigiano.
Paseo por el Guadalquivir y cervezas en Triana
Tras dar un agradable y largo paseo por la orilla del Guadalquivir -al atardecer es el mejor momento, con la Torre del Oro iluminada- podemos llegar hasta Triana, cruzando ese magnífico puente, donde encontraremos infinidad de bares. Allí, en cualquiera de ellos, podemos disfrutar de una cerveza bien fresquita o tal vez de un rebujito y acompañarlo con “pescaíto” frito, una buena tabla de quesos y de embutidos ibéricos.
Y por su puesto no puede faltar el reglamentario paseo por el Parque de Maria Luisa, y las fotos en la Plaza de España.