UN MUST VISIT
Si estás de paso por el sur italiano, tienes que visitar el yacimiento arqueológico de Pompeya. Eso sí, toma nota para que aproveches al máximo la experiencia.
Visitar el yacimiento arqueológico de Pompeya es uno de los viajes que hay que hacer en la vida. Sin embargo, hay varias cosas que tienes que saber antes de ir.
Para poder comprender la importancia de este yacimiento, tienes que empaparte de la historia de la ciudad y también del Vesubio.
Transpórtate hasta el año 79, estás con tu familia y de repente ocurre lo inesperado: el Vesubio 'grita', su furia desciende por su falda y la ceniza y el barro extinguen la vida en cuestión de minutos.
Es una lección de historia que arrasó y conservó para la posteridad Pompeya. Hoy en día la región es un yacimiento que puedes recorrer en unas 5 horas a buen ritmo y descansando. A su lado descansa una nueva Pompeya sin miedo a su vecino, el Vesubio.
¿Cómo llegar a Pompeya y cómo prepararse?
Como ya hemos adelantado, el yacimiento se encuentra cerca de la ciudad. Eso sí, hay varias estaciones de tren, depende de donde vengas, tendrás más cerca el yacimiento o más lejos.
Así que antes de coger un tren, ten en cuenta que hay varios trenes que te llevan hasta Pompeya y valora cuál está más cerca del yacimiento.
Es parada obligatoria, pero lo más esencial es que disfrutes la experiencia: tienes que ir preparado. Si visitas el yacimiento en los meses más calurosos (incluido septiembre), ten en cuenta que estás en un clima mediterráneo, es decir, hacer calor y andar tantas horas sin apenas sombra no es fácil.
El equipo trata de conservar la ciudad lo mejor posible, y sus caminos y sendas están llenas de tortuosos caminos de piedras, recuerda llevar un calzado cómodo.
La erupción del Vesubio arrasó todo y, generalmente, las ruinas de la ciudad se limitan a fachadas, estancias, pero apenas hay 'tejados', es decir, hay poca sombra. Lleva gorra, mucha agua y para a descansar cuando sientas que se te hace pesado.
En mitad del recorrido hay unacafetería, que no es precisamente barata, como todos los restaurantes y bares que rodean al yacimiento. Si vas en modo ahorro, llévate algún tentempié en la mochila.
¿Recorrido guiado o por libre?
Antes de empezar, tienes que enfrentarte a una pregunta esencial: ¿con o sin guía? Si vas con guía tendrás el privilegio de entrar a zonas exclusivas y también te contarán toda la historia que envuelve a Pompeya.
¿Qué zonas exclusivas? No estamos hablando del foro, el anfiteatro romano ni el gran teatro. Estas zonas son casas particulares que se conservan mejor que otras.
En el caso de viajar sin guía, tú podrás hacer el recorrido como quieras. A la entrada reparten un mapa y todos los puntos de interés están ordenados. Además, en cada intersección hay información sobre qué ver a cada uno de sus lados.
La desventaja de este punto es que te perderás algunos puntos, pero también disfrutarás de otros muy parecidos con más calma y sin tener que adaptarte al grupo.
Nuestra recomendación es que te empapes un poco con la historia de los lugares más relevantes antes de ir. Eso y que leas los carteles indicativos que hay diseminados por cada punto.
Tiene muchas puertas, pero si hay una que no debes obviar es la que da al anfiteatro. Se conserva espectacularmente y cuando sales de este hay una pequeña construcción que esconde todos los restos, figuras e información para saber cómo era la vida allí antes de la erupción.
¿Qué tienes que saber sobre el horario?
Si quieres ver Pompeya al completo tienes que tener muy en cuenta la hora. Hasta el 31 de octubre estará abierta de 9 am a 7 pm (último pase a las 5) y a partir del 1 de noviembre de 8:30 am a 5 pm (último pase a las 3).
Algo que no muchos saben es que algunos puntos de interés no abren hasta una hora determinada, por ejemplo, las dos de la tarde. Estos sitios suelen ser puntos interesantes por los restos que en ellos se han encontrado, pero no son "imprescindibles".
Si quieres aprovechar la brisa mañanera lo mejor es que vayas a primera hora, pues a partir de las 12 se empieza a llenar de gente.
¿Merece la pena? Sin duda hay que visitar Pompeya. Eso sí, tienes que ser consciente de lo que estás viendo, pues muchas de sus calles te pueden parecer repetitivas. Piensa que al fin y al cabo era una ciudad y no en todas las calles hay algo "emblemático" como la necrópolis o un foro romano.
Nuestro consejo es que entres y explores aquellos lugares más destacados, pues si entras en todas las casitas acabarás mareado entre tanta maleza y ruina.
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