Escapadas por Europa
¿Alguna vez te has planteado visitar Luxemburgo? Bien, pues ya es hora de que lo hagas y por eso te contamos por qué.
Luxemburgo es un país que se encuentra rodeado por otros de mayores dimensiones y fama: Alemania, Francia y Bélgica. Es por eso que en muchas ocasiones queda relevado a segundo plano, o a tercero o cuarto. No cabe duda de que Luxemburgo es uno de los grandes olvidados de Europa. Y es un grave error, porque aunque sea pequeño posee enormes encantos. ¡Y muchas razones por las que visitarlo!
Por ejemplo, debes ir a Luxemburgo para ver su capital de mismo nombre. Se trata de una capital europea bastante particular. Su estructura es diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Además, hay pocas casas y mucho verde. Así que durante el día que necesitas para conocerla, tendrás la suerte de poder recorrer varios bonitos bosques.
Otro de los motivos que deben llevarte hasta Luxemburgo es el Chemin de la Corniche. Considerado por muchos el balcón más bonito de toda Europa, este lugar ofrece una panorámica estupenda de Luxemburgo.
Además, no puedes perderte Luxemburgo porque perderías con ello la oportunidad de escuchar a sus habitantes hablar su propia lengua. Se trata del luxemburgués o lëtzebuergesh, un idioma que proviene del alemán y que usan para hablar coloquialmente.
Pero estas tres razones no son las únicas que deben atraer al visitante hasta Luxemburgo. También se pueden destacar, por ejemplo, sus vinos. Es este producto el que hace famoso al valle del Moselle, por el cual se puede hacer una ruta de cata de vinos. Dicha ruta comienza en Waserbiling y sigue junto al río Moselle hasta llegar a los bellos pueblos de Wormeldange, Remich y Schengen.
Y ahora que hablamos de placeres para el paladar, otro motivo por el que ir a Luxemburgo son sus restaurantes con estrella Michelín. Locales en los que degustar los mejores platos de la cocina de este pequeño país europeo. Entre ellos, platos típicos como el Bouneschlupp o Treipen.