MADRID
Viajamos hasta Madrid para descubrir la historia que hay detrás de la Real Basílica de San Francisco el Grande. ¡No te dejará indiferente!
Ponemos rumbo a Madrid, la capital de España. Se trata de una ciudad que cuenta con un gran número de rincones, monumentos y edificaciones con una gran historia detrás. Es el momento más que perfecto para conocer la de la Real Basílica de San Francisco el Grande, situada en el centro de la ciudad.
Concretamente, en el mismo lugar en el que se encontraba otra iglesia que fue derribada en el año 1760. Por aquel entonces, se tomó la decisión de hacer un importante encargo a Ventura Rodríguez. Se trataba de realizar un proyecto para erigir una nueva iglesia sobre los restos de una anterior.
Finalmente el presentado por Ventura Rodríguez fue desechado, a favor del que realizó fray Francisco Cabezas, redactado por José de Hermosilla. La idea principal era realizar un templo de carácter circular cubierto con una imponente cúpula, así como diversas capillas y un gran pórtico.
Una vez comenzó la construcción de esta iglesia, se dieron cuenta de algo realmente importante. Y es que los pilares, así como los muros, no contaban con la solidez necesaria para soportar el gran peso de una cúpula. Por lo tanto, se vieron obligados a paralizar las obras de inmediato.
Fue entonces cuando el Rey Carlos III ordenó a Francisco Sabatini que se encargase de continuar con este proyecto. Por lo tanto, no dudó en prescindir de la gran mayoría de elementos decorativos propuestos por Francisco Cabezas para dirigir sus esfuerzos en reforzar los muros. Debemos tener en cuenta que Miguel Fernández fue quien se encargó de terminar tanto la bóveda como la espectacular fachada.
Es importante saber que, tras la histórica Desamortización, este convento se convirtió en cuartel, por lo que abandonó por completo su papel como iglesia. La primera restauración comenzó en el año 1880, y estuvieron a cargo tanto Simeón de Ábalos como Ramiro Amador de los Ríos.
Pero no fue el único momento en el que se procedió a restaurar esta edificación, ya que entre los años 1973 y 2001 se llevaron a cabo varios procesos de este tipo. Lo cierto es que estamos ante una auténtica joya arquitectónica pero, también, pictórica. Y es que en su interior encontramos pinturas de González Velázquez, José Bayeu e, incluso, Francisco de Goya.
Esta Real Basílica de San Francisco el Grande cuenta, a su vez, con seis capillas entre los contrafuertes, así como una capilla mayor en el eje de la composición. Además, tiene una espectacular cúpula de 33 metros de diámetro y unos 70 metros de altura. ¡Es realmente sorprendente!
No podemos dejar de mencionar la fachada principal, convexa, que avanza hasta la calle a través de un pórtico con arcos de medio punto sobre una escalinata. Además, presenta un cuerpo adintelado rematado por un imponente frontón con esculturas a ambos lados. Es evidente que estamos ante uno de los edificios más espectaculares, en cuanto a dimensiones, que encontramos en el centro de Madrid.