TOLEDO
Si tienes pensado viajar a Tembleque, un pueblo de Toledo, tienes mucho que visitar, pero debes saber que lo más interesante es su Plaza Mayor, uno de los mejores ejemplos que nos quedan de plazas porticadas castellanas.
Son varios los pueblos bonitos que hay en la provincia de Toledo. De esos que merece la pena descubrir en una excursión de un día, en calma, apreciando sus detalles. Uno de ellos es sin lugar a dudas Tembleque, una localidad de apenas 2000 habitantes y de nombre curioso. De hecho, no se conoce con exactitud el origen del mismo, aunque se cree que antiguamente en ese mismo lugar había una Venta de Tiembles.
Topónimo aparte, si Tembleque ocupa estas líneas es porque merece la pena acercarse hasta el pueblo y descubrirlo tranquilamente. Está a algo más de 600 km de altitud, a 92 km de Madrid y a 55 km de Toledo, y esconde algunos rincones y monumentos muy bonitos que no te puedes perder.
No obstante, si hay un lugar verdaderamente imprescindible, ese es la Plaza Mayor de Tembleque. De hecho, este bien podría ser el punto de partida para cualquier recorrido por el pueblo. Se trata de una plaza porticada que fue declarada Bien de Interés Cultural en febrero de 1973, y es que hablamos de uno de los mejores ejemplos que tenemos de plazas porticadas castellanas.
La Plaza Mayor de Tembleque data de 1598 y se construyó según el arte barroco y los corrales de comedia. Es un monumento típicamente manchego, tiene planta cuadrada, un pórtico de columnas de granito y en su planta superior hay corredores decorados con madera. Si la visitas podrás fijarte en que esos corredores son abiertos en las dos alturas más altas, y eso se debe a que en un principio este rincón de Tembleque sirvió como plaza de toros.
Puede que la Plaza Mayor sea el monumento más interesante que visitar en un recorrido por Tembleque, pero hay otras edificaciones que también merecen una visita. La Casa de las Torres, de estilo barroco, es Monumento Histórico Artístico desde el año 1979. Por su lado, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida entre los siglos XVI y XVIII, tampoco tiene desperdicio.
En realidad, son varios los edificios religiosos que se pueden visitar en un paseo por Tembleque: la ermita de la Purísima Concepción, la ermita del Cristo del Valle, la ermita de la Veracruz, la Ermita de Loreto y la ermita de San Antón. No obstante, todas ellas son construcciones más austeras y no tan llamativas como la primera a la que hemos hecho mención.