LA EXCUSA PERFECTA PARA UNA ESCAPADA A MALLORCA, MENORCA, IBIZA O FORMENTERA
No son gigantes de brazos largos cuyas aspas voltean con el viento, sino bellos molinos que convierten el paisaje de las Islas Baleares en todo un espectáculo. Y es que el archipiélago balear es un auténtico paraíso en cuanto a molinos de viento se refiere. Bellas estructuras que han sobrevivido al paso del tiempo y que en tiempos aportaron energía y sustento a los habitantes de las islas.
Hoy, los molinos son un must del paisaje de las Baleares, y ahora también uno de sus atractivos turísticos imprescindibles gracias a esta sorprendente ruta que os proponemos.
El primer molino que se utilizó en Mallorca fue el molino de vaivén, conocido como de “moló” o “amoló”, un molino de mano, que se puede encontrar en todos los poblados talayóticos de las islas, y que da fe de la antigüedad de estas estructuras.
En 1229, los primeros molinos de viento se utilizaban para moler la harina, mientras que los de agua utilizaban aguas subterráneas y torrentes para su funcionamiento.
A pesar de que se han perdido un gran número de ellos a lo largo de los siglos, las cuatro Islas Baleares cuentan con un gran número de molinos, con Mallorca en cabeza con unos 2.000 ejemplares.
El Consell de Mallorca, restauró 6 de sus molinos más emblemáticos e históricos para unirse a la Ruta de los Molinos de la Eurorregión, formada por las Islas Baleares, Cataluña y Languedoc-Rosellón-Midi-Pyrénées.
Los molinos restaurados son: des Fraret (Montuïri), de Fraret (Manacor), Son Gornals (Porreres), Can Garra Seca (Llucmajor), Nofre (Montuïri), y d'en Sopa (Manacor).
Pero demos un paseo. En Mallorca, los molinos nos dan la bienvenida ya desde la ventanilla del avión al aterrizar. Los más simbólicos son los que se utilizaban para extraer agua, de los cuales hay unos 2500. Entre ellos, destacan los Molinos del Pla de Sant Jordi, un área que cuenta con unos 650 ejemplares, o el Conjunto histórico del barrio del Jonquet de Palma con los Molinos de la calle Industria de Palma o los que encontrarás entre las calles Indústria, Fàtima, Borguny y Antic, el Molino de Santa Ponça de Calvià y el Conjunto histórico de los molinos de Búger.
Menorca fue la primera en contar con molinos de viento. Hoy quedan unos 30 ejemplares conservados en perfecto estado. Destaca el Molí de Dalt, construido en 1762 y que aún hoy en día conserva su estructura y su fachada, y que se ha convertido en un museo etnológico en el que puedes ver herramientas e instrumentos del campo de la época.
El mejor conservado es el Molí des Comte de Ciutadella, construido en 1778 y utilizado principalmente para moler el trigo. También merece especial atención el Molí de Baix en el municipio de Sant Lluís y que fue rehabilitado en 2015.
En Ibiza dos molinos sobresalen entre todos los vestigios que quedan en la isla. En Sant Antoni, destaca sa Punta des Molí, un conjunto de gran valor histórico, en el que puedes visitar un molino centenario, una noria, una sala de exposiciones, una antigua almazara y que cuenta con un auditorio; instalaciones que permiten conocer la forma de vida y las tradiciones de las islas pitiusas hasta comienzos del siglo XX.
El otro es el Molino de Puig d’en Valls, un molino harinero de viento que funcionó hasta 1940, cuando finalizada la Guerra Civil, un decreto detuvo la producción alimentaria, al igual que sucedió con otros molinos de la isla. Es el único de la isla que posee intacto todo el mecanismo y que se puede visitar.
En Formentera predominaron los molinos de viento harineros. Concretamente en Sant Francesc Xavier, en la venta des Pi des Català, está el molino d’en Teuet, edificado en 1760 y considerado el más antiguo. También en Sant Francesc, en la venta de sa Miranda, se encuentra el molino de’n Jeroni, edificado a finales del siglo XVIII.
En la parroquia de El Pilar de la Mola se encuentra el molino viejo, construido en 1778, y que dejó de moler en 1964.
Conocer los molinos de las Islas Baleares es conocer la historia y la vida en las islas de antaño. Y es también la excusa perfecta para una escapada a Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. En realidad, una excusa más, porque quién no desea perderse por unos días en estas preciosas islas del Mediterráneo. Más información: Consell de Mallorca
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