Este tipo de viajes representan una gran manera de conocer el país, se pueden descubrir lugares inhóspitos y empaparse de la cultura local. Para que sea más cómodo, hemos seleccionado unos pequeños tramos de cada una de ellas: Valle del Jerte: El paraíso de todo amante de las cerezas. Este refugio del norte de Extremadura alberga en su interior grandes atractivos. Se puede empezar desde Plasencia y terminar en el Puerto de Tornavacas. La vía principal para recorrerla es seguir la Carretera Nacional 110, une Plasencia con Ávila. Sierra Nevada: Granada tiene en su haber el pico más alto de la península y también una de las zonas más bonitas. La ruta marcha desde Guadix hasta Lanjarón. Aparte de la belleza geográfica, representa uno de los últimos refugios árabes que hubo durante la invasión musulmana. El recorrido total son unos 120 kilómetros que transcurren por las carreteras A-348 y A-337. Cantabria: Una ruta por los Picos de Europa, una parte de ellos. De esta zona se podrían hacer muchas rutas, porque todas sus carreteras tienen una belleza sin parangón. El camino elegido esta vez ha sido: Fuente Dé- Tresviso. Saliendo desde este pueblo y siguiendo la CA-185 y 889 hasta incorporarse en Potes a la N-621. Para llegar a Tresviso hay que coger pasar unos kilómetros por la comunidad asturiana y luego coger la CA-1. Hay que tener mucha precaución en invierno por las condiciones climatológicas. Zamora: Castilla y León, zona dura y bella por partes iguales. Buena muestra de esto es esta ruta. Partiendo desde la capital y terminando en uno de los lagos más grandes de España. Se muestra en todo su esplendor la realidad de la España rural de interior: pequeños pueblos y muy acogedores. Mención especial a los quesos de la zona de Tábara y las empanadas de Mombuey. El camino transcurre por la N-631 y unos kilómetros en su comienzo y final por la A-66. Salamanca: La Alberca se encuentra en la clasificación de los pueblos más bonitos, y por algo será. La ruta se extiende unos 100 km, desde la capital salmantina hasta el pueblo. En el recorrido se observan todas las bondades del Campo Charro. Encinas, toros bravos y fincas jalonan el recorrido. En el primer tercio del camino se encuentra el pueblo de Las Veguillas y la Ermita del Cristo de Cabrera, una talla anónima y muy venerada por los habitantes de la comarca y la provincia. Unos 70 kilómetros después, llegaremos a La Alberca con la Peña de Francia justo al lado. Gran parte del camino se hace por carreteras provinciales (SA-201 Y 210)