PAÍS VASCO

Santuario de Loyola: ¿quién impulsó su construcción y por qué en honor a San Ignacio?

Viajamos al norte de España para descubrir lo que hay detrás de una joya arquitectónica como es el Santuario de Loyola.

Santuario de LoyolaImagen de Roberto Chamoso G en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Es el momento más que perfecto para conocer la historia que esconde una de las construcciones religiosas con más encanto que podemos encontrar en el País Vasco. Estamos hablando, cómo no, del Santuario y basílica de Loyola. Se trata de una imponente construcción erigida alrededor de la casa natal de San Ignacio de Loyola.

Este Santo, cuyo nombre real era Íñigo López de Loyola, era hijo del Señor de Loyola. Nació en 1491 en una casa torre familiar, situada en este lugar. Ignacio fue el encargado de fundar la Compañía de Jesús que, por aquel entonces, tenía mucha influencia. De esta forma, fue nombrado Santo y, como no podía ser de otra manera, su casa natal pasó a ser un lugar idílico para la devoción de los fieles.

Para comenzar, debemos saber que este Santuario es un conjunto de numerosos monumentos que están alrededor de la casa natal del Santo. Por lo tanto, ocupa una enorme extensión. Entre esos mencionados monumentos destaca, como no podía ser de otra forma, la Basílica. De estilo barroco, ésta cuenta con una espectacular cúpula, flanqueada por dos edificios de unos 75 metros de longitud.

Detalle del Santuario de Loyola | Imagen de Miguel Ángel Cuéllar Carrascal en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

El Santuario de Loyola, a través de sus características

El edificio principal se erigió como Real Colegio de Loyola. Estamos ante una construcción de mármol en la que destaca el color dorado en la puesta de sol, pero también los tonos grises. Tiene unas medidas verdaderamente espectaculares y, en su interior, encontramos cuatro áreas perfectamente diferenciadas: dos escaleras imperiales, el refectorio y el ante-refectorio.

Esta Casa Santa es el corazón del Santuario, pero no podemos dejar de mencionar ciertos detalles de la Basílica, que es el exterior. Destaca, sin lugar a dudas, en el centro de la imponente fachada que presenta el Real Colegio. Aunque predomina el estilo barroco, lo cierto es que cuenta con ciertos toques churriguerescos. Llama poderosamente la atención por su cuidada y detallada simetría.

Es importante tener en cuenta que fue la Casa de Austria la que no dudó un solo segundo en impulsar la construcción de este templo. A pesar de los esfuerzos, éste terminó erigiéndose bajo la dinastía de los Borbones. Ese es el motivo principal por el que, en el pórtico, encontramos ese escudo monárquico.

Detalles del interior del Santuario de Loyola | Imagen de Txo en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Bajo el techo de ese impresionante pórtico encontramos un gran número de estatuas. Entre ellas, la de San Ignacio. Por si fuera poco, también está la de San Francisco Javier, San Estanislao de Kostka, San Francisco de Borja e, incluso, San Luis Gonzaga. Todos ellos esculpidos tanto por Gaetano Pace como por Miguel de Mazo. No podemos dejar de mencionar las puertas principales, elaboradas con madera de cedro del Líbano con madera de caoba. Sin duda, estamos ante una auténtica joya arquitectónica que merece mucho la pena visitar.