España
El pequeño valle de la Valdosella comienza en el Puerto de Santa Bárbara y termina en la Tierra de Sangüesa y es en su territorio donde se encuentra la villa de Sos del Rey Católico. Lo primero que llama la atención de ella es su nombre, algo que no pasa inadvertido e invita a visitar la localidad para conocer todos sus secretos, entre ellos el origen del término. Está rodeado de montañas, al norte por la Sierra de la Sarda y al sur por la Sierra de Santo Domingo junto con la Sierra de Peña, sobre la que está Sos del Rey Católico, que pertenece a la comarca aragonesa de las Cinco Villas, de la que también forman parte Ejea, Tauste, Sádaba y Uncastillo. Hay quienes afirman que “Sos” hace referencia a un lugar que se encuentra sobre un alto, aludiendo así a la situación de la villa, mientras que para otros “Sos” son las iniciales de Sancti Oppidum Stephani, es decir, la villa de San Esteban. Pero si hay algo confirmado es que en esta localidad nació Fernando II de Aragón, de ahí su nombre. El rey Alfonso XIII la bautizó así según una Real Orden del 9 de enero de 1925. Solo por este motivo, merece la pena una visita, ya que la riqueza histórica y artística que tiene la localidad es digna de contemplar. Sus casas de piedra y sus calles sinuosas esconden muchos tesoros arquitectónicos que le valieron en 1968 el título de Conjunto Histórico Artístico. Un punto de paso obligatorio es la plaza de la Villa, donde se encuentra el ayuntamiento, un edificio de estilo renacentista que se construyó a finales del siglo XVI y que posteriormente se reformaría en el siglo XIX. Su fachada en piedra es imponente y en ella se encuentra el escudo de la localidad además de inscripciones del Antiguo Testamento que se grabaron en 1681. También hay que visitar el castillo, que recuerda que Sos del Rey Católico era una villa fronteriza entre los reinos de Navarra y Aragón. El castillo primeramente fue construido en madera, pero de él ya no queda nada ya que se sustituyó por piedra. Otra parada obligatoria es la ermita de Santa Lucía, una iglesia muy pequeña que se encuentra fuera de las murallas de la ciudad y en cuyo interior hay unas bonitas pinturas góticas. Se construyó a finales del siglo XII y comienzos del XIII y su fachada es sencilla pero acogedora. Mientras que junto al castillo se ubica la iglesia de San Esteban, de mayor tamaño. Los visitantes que quieran conocer más datos sobre la historia de Fernando el Católico pueden acercarse al palacio de Sada, el lugar donde nació el 10 de marzo de 1452. Actualmente acoge el Centro de Interpretación de Fernando II de Aragón para ofrecer una visión detallada de su vida y hazañas. Pero no hay que olvidar también que una de las zonas con mayor encanto es la judería, el llamado barrio alto. El corazón de esta zona es la plaza de la Sartén y en su origen estaba formada por alrededor de 30 casas orquestadas alrededor de una calle principal. Pasear por sus actuales calles merece la pena para tener una idea general de lo que fue, es y será Sos del Rey Católico.