DESCUBRE MÉRIDA
Si vas a visitar Mérida no puedes perderte su alcazaba; estos son los detalles que has de conocer antes de recorrerla.
Cuando uno visita Mérida, debe tener en cuenta que uno de sus imprescindibles es su alcazaba árabe. Y para visitar un lugar como este, es mejor o bien hacerlo acompañado de un guía o bien haberse informado previamente sobre él. Así pues, por si prefieres la segunda opción, hemos recopilado algunos datos sobre la alcazaba de Mérida para que cuando vayas a verla la conozcas un poco mejor.
Para empezar, te diremos que es la fortificación musulmana más antigua de toda la península Ibérica. Data del siglo IX, concretamente del año 835, y se construyó junto al famoso puente romano de la ciudad que cruza el río Guadiana.
Debes saber, además, que forma parte del Conjunto Arqueológico de Mérida y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Y que está inspirada en modelos bizantinos.
El recinto fortificado fue erigido por el caudillo omeya Abderramán II y se levantó con diferentes objetivos. En primer lugar, sirvió como sede de las dependencias administrativas omeyas y como residencia del gobernador local. Pero también sirvió como refugió de la minoría árabe durante las protestas locales contra el poder cordobés.
A su alrededor, por todo el perímetro de la alcazaba, se extiende un gran foso; el único punto en el que no está es en el lateral que da al río. Y formando parte de la propia muralla hay 25 torres macizas.
Sus muros tienen 2,70 metros de anchura y se construyeron con materiales reutilizados de otras épocas. Aunque cabe señalar que el núcleo de dicho muro está hecho a base de granito, tierra y cascajo.
Además, de la alcazaba árabe de Mérida podemos destacar también una réplica de la inscripción cúfica en la que se lee la fecha en la que se terminó de construir el recinto. También los restos arqueológicos de la época romana que se encuentran en el patio de la fortificación o un aljibe único en la arqueología de la península Ibérica que cuenta con piezas romanas y visigodas.