Descubre Sitges
Si hay un pueblo de costa bonito en Barcelona, ese es Sitges. Te contamos todo lo que puedes hacer y ver allí si lo visitas.
Barcelona es una ciudad que atrae a muchísimos turistas cada año, sin embargo, no lo hacen de igual manera sus pueblos. A diferencia de Girona, por ejemplo, repleta de pueblos pesqueros con calas de ensueño, Barcelona no los tienes. Pese a ello, cuenta con algún que otro pueblo de costa bonito... Y uno de los mejores es Sitges.
Si te decides por hacer una visita a Sitges, te encontrarás con un paseo marítimo amplio por el que resulta agradable pasear o patinar cuando hace buen tiempo. En cuanto a la playa, hay alguna zona con poquita arena pero otras cuentan con muchos metros de arena en la que tomar el sol, jugar o disfrutar de un día en familia. Pegado al mar está también el edificio que ocupa muchas de las postales de Sitges: la Iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla. Una iglesia del siglo XVIII que sustituyó a mínimo otras dos que se situaron allí con anterioridad. Desde su puerta se tienen unas vistas panorámicas muy bonitas del mar y de la costa de Sitges.
Y hasta esa costa llega una de sus calles principales, que por supuesto no puedes dejar de recorrer durante la visita. Esta es la Calle del Pecado, como es conocida por muchos la calle Primero de mayo. Aquí encontrarás tiendas, bares y restaurantes. Es sin duda una de las calles con más ambiente de esta pequeña ciudad costera.
Además de esto, otras cosas que puedes hacer en Sitges son visitar el museo Cau Ferrat, dedicado al pintor Santiago Rusiñol, o el Museo Maricel, que se encuentra justo al lado y para el cual se puede adquirir una entrada combinada.
Y, por supuesto, no te puedes ir sin callejear por su casco antiguo. Se trata de un barrio marinero, por lo que las calles están empedradas y las casitas son blancas y azules. De hecho, los marineros pintaban una franja azul en la parte de abajo de la fachada para diferenciar sus viviendas y todavía se pueden ver hoy en día. No te olvides, cuando estés por el casco antiguo, de buscar la calle de'n Bosch. Es la más antigua de Sitges y aquí se encuentran los restos de una vieja muralla medieval. Y tampoco dejes de pasar por el Patio Azul, porque tiene un encanto especial.
Dicho esto, en Sitges también puedes comer en un chiringuito pegado a la playa, salir de fiesta, celebrar a lo grande el día del orgullo gay, disfrutar de los diferentes desfiles de carnaval o acudir al Festival Internacional del Cine. Como ves, el abanico de posibilidades es bastante amplio. Y esto, acompañado de la belleza de este pueblo marinero de Barcelona, ayuda a convertir Sitges en uno de los lugares más atractivos de Cataluña.