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UNA ESCAPADA A LA EDAD MEDIA

Tomar las de Villadiego

Una villa con mucho encanto que esconde un museo muy especial, Fabulantis, el museo del Cómic. Villadiego es mucho más que una expresión popular.
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No son pocas las veces que hemos oído esta expresión: Tomar las de Villadiego. Una frase, que significa algo así como huir atropelladamente de algo. Pero como toda expresión popular, tiene un origen y un por qué. No fueron pocos los judíos que salieron huyendo en la Edad Media para refugiarse en un lugar seguro, en el que no podían ser apresados: Villadiego, un pueblo a 38 kilómetros de la ciudad de Burgos. Una encomienda de Fernando III el Santo, prohibía apresar en esta localidad a los judíos.

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Y aunque las cosas han cambiado mucho desde aquello, y los julios ya no tienen que huir de nadie en nuestro país, Villadiego sigue manteniendo el encanto de entonces. La Edad Media se respira en cada uno de sus rincones. Por sus calles, en los restos de su antigua muralla, en sus palacios del siglo XVI y en su preciosa plaza porticada. Y se ha convertido en uno de esos destinos perfectos para una escapada invernal, o en cualquier otra época del año.

Enmarcada en la margen derecha del río Brullés Villadiego, es una villa fundada por el conde don Diego Rodríguez Porcelos, señor de Amaya, en el siglo IX. Y ha formado parte y ha sido testigo de la historia de Castilla.

Villadiego sigue ahí, sorprendente, y nos invita a descubrirlo. Además de su patrimonio y su historia, cuenta con una curiosidad que es probable que no conozcas: Fabulantis, el centro de interpretación de las Cuatro Villas de Amaya. En él, explican sus características desde un punto de vista didáctico e interactivo, aprovechando el vínculo de la localidad con el mundo del cómic. Que aunque parezca algo inusual, lo tiene. Y es que Villadiego fue residencia de Ángel Pardo, el historietista que más cuadernos del Capitán Trueno dibujó, razón por la que todo el museo aborda su oferta desde esta perspectiva. En Fabulantis, o Museo del Cómic, pequeños y mayores pueden disfrutar de actividades como el ‘cómic-matón’ o el ‘aplausómetro’ mientras dibujan a su propio superhéroe o crean su propia viñeta. Una visita imprescindible en cualquier escapada a Villadiego.

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Otros museos que se pueden visitar son el de Arte Religioso o Arte Sacro, en la iglesia de San Lorenzo o el Pictórico, Etnográfico, Paleontológico y de la Radio, ubicado en el Arco de la Cárcel.

Con una estructura urbana medieval, tiene en su Plaza Mayor porticada su epicentro, y otros vestigios importantes de la época como la muralla y el Arco de la Cárcel, un edificio que fue originalmente puerta de entrada de la ciudad, y que conserva sus calabozos en buen estado. Y varios monumentos de interés como el Palacio de los Velasco, el Palacio de los Condestables de Castilla, el Pozo artesiano, el precioso puente medieval sobre el río Brullés, la iglesia de San Lorenzo, la de Santa María, la ermita del Cristo o el convento de San Miguel de los Ángeles.

Cultura, naturaleza y tradición han convivido durante siglos en Villadiego, en un territorio lleno de posibilidades de turismo de naturaleza y de una estupenda gastronomía.

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Cerca de Villadiego se encuentra la Peña Amaya, una cima a la que no es difícil subir casi en cualquier época del año, 
Y para reponer fuerzas, nada que dejarse llevar por la gastronomía local, capitaneada por el lechazo, la famosa morcilla de Burgos y unos quesos de oveja que quitan el sentido.

En este caso ‘Tomar las de Villadiego’ es algo que nos va a resultar excepcional. Más información: Turismo de Villadiego

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