Torre de Mangana de Cuenca: por qué se erigió y qué historia esconde

Es el momento más que perfecto para conocer la historia de una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en la ciudad de Cuenca. Estamos hablando, cómo no, de la Torre de Mangana. Tal es su espectacularidad y su historia que fue declarado como Bien de Interés Cultural.

Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que la primera Torre de Mangana presentaba una planta cuadrada. Su diseño se conoce gracias al dibujo que realizó Antón Wyngaerde, reconocido pintor. Aunque eso sí, en esa pintura elaborada en 1565, no aparecen ni la veleta de hierro ni la cruz que Esteban Limosín puso, en 1532, en el chapitel.

Por si fuera poco, hay que tener en cuenta que, a finales del siglo XVI, hay constancia de que el conocido arquitecto Juan Andrea Rodi realizó una serie de obras en la torre. A pesar de todo, estos trabajos no modificaron la fisonomía de la obra original. Un claro ejemplo lo encontramos en la torre, que era exactamente igual a la que ya dibujó Antón Wyngaerde.

Un momento a tener en cuenta sucedió en el siglo XVIII, cuando cayó un rayo. Pero tampoco podemos dejar de mencionar la llegada de los franceses a principios del siglo XIX. Esto provocó que un nuevo arquitecto, en esta ocasión Mateo López, se encargase de reparar los numerosos daños que la Torre de Mangana había sufrido por estos dos acontecimientos.

Es importante tener en cuenta que, durante la segunda mitad del siglo XIX, se tomó la firme decisión de cambiar el remate de la Torre de Mangana debido al pésimo estado de conservación en el que se encontraba. No fue hasta 1926 cuando esta construcción sufrió un importante cambio. Fue Fernando Alcántara, reconocido arquitecto, quien le dio cierto toque neomudéjar.

De esta manera, no solamente eliminó el chapitel sino que, en su lugar, le otorgó un cuerpo de campanas. Las paredes se revistieron inspirándose en motivos islámicos mientras que las almenas escalonadas que se encuentran en la Torre nos hacen recordar a la Mezquita de Córdoba. ¡Son detalles realmente interesantes!

Pero ese no fue el último cambio drástico que experimentó la Torre de Mangana, ya que fue remodelada, aproximadamente, en 1970. El objetivo era claro, dar una nueva imagen a esa construcción que, por cuestiones evidentes, se había convertido en todo un símbolo de la ciudad de Cuenca.

Con este proyecto, del arquitecto Víctor Caballero, se quiso dar un carácter mucho más defensivo. Además, construyó un matacán y terminó rematando la construcción sin un tejado. Aunque surgieron muchas opiniones, lo cierto es que la Torre de Mangana continúa siendo una visita obligada si decides conocer Cuenca.