ANDALUCÍA
Ponemos rumbo a la capital de Andalucía para conocer una de sus construcciones más sorprendentes: la Torre de los Perdigones.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Sevilla, una de las ciudades con más encanto en nuestro país. Y siendo honestos, no es para menos. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie.
Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida Torre de los Perdigones. Estamos ante una imponente torre que formaba parte de nada más y nada menos que la antigua fábrica de San Francisco de Paula. Una construcción que, popularmente, era conocida como “Fábrica de Perdigones”. Está situada en el barrio de San Gil, junto al Puente de la Barqueta (principal acceso a la Expo’92).
La Torre de los Perdigones de Sevilla, a través de sus características
Para comenzar, debemos saber que su nombre se debe a la función que tenía la fábrica en la que se encontraba, ya que era una fundición. De hecho, en esa Torre se fabricaban los perdigones, así como balas y zinc en plancha. Fue creada, aproximadamente, en el año 1885 y era propiedad de Manuel de Mata y Muñoz.
Para llevar a cabo esta fabricación, se fundía el plomo en un horno y, con unos cucharones de importantes dimensiones, se echaba el material en cribas de diversos calibres. Desde las ventanas entraba el aire, cuya corriente hacía el resto. Posteriormente, como consecuencia de la gravedad, los perdigones acababan cayendo como si de gotas de lluvia se tratase.
Debemos tener en cuenta que, tras el paso del tiempo y el gran uso que se le dio a esta Torre, se tomó la decisión de restaurarla antes de la inauguración de la Expo’92. Por si fuera poco, en 2005, el Ayuntamiento de Sevilla quiso volver a restaurarla. Al fin y al cabo, se ha convertido en todo un símbolo, en muchos sentidos.
Poco después, se dio el paso de crear espacios ajardinados, así como su acondicionamiento para la construcción de viviendas, oficinas y hasta centros de enseñanza. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla.
Cabe destacar que, en marzo de 2007, esta Torre de los Perdigones fue inaugurada como nada más y nada menos que “Cámara oscura”. Desde ese mismo punto, a una altura de 45 metros (prácticamente la mitad de la Giralda) se pueden obtener unas vistas absolutamente idílicas de la capital de Andalucía: desde el río Guadalquivir hasta iglesias, pasando por el mismísimo aeropuerto.