GALICIA
Es el momento más que perfecto para que descubras la historia que se esconde tras la preciosa Torre de Sadurniño.
Galicia es uno de los lugares de España más bonitos y con más magia. Y siendo honestos, no es para menos. Uno de los puntos más sorprendentes que encontramos en esta zona son los faros y las torres. Su función era la de proteger a las ciudades de los continuos ataques marítimos. Eran algo más que construcciones útiles, ya que se convertían en un símbolo. Eso es exactamente la Torre de San Sadurniño.
Esta torre, situada en Cambados, se construyó entre los siglos VIII y IX, aunque se dice que se erigió sobre restos de una construcción más antigua. Muchos investigadores creen firmemente que esa primera torre se erigió en la época de los romanos o fenicios. Cabe destacar que en esta zona tuvieron lugar un gran número de un gran número de batallas, de intentos de saqueos a la ciudad e incluso asedios vikingos.
Lo cierto es que la Torre de Sadurniño llegaba a ser visible desde Catoria, es decir, un lugar absolutamente estratégico para proteger y defender Santiago. La torre se reconstruyó en el siglo XII, cuando pertenecía a Diego Gelmirez, arzobispo de Santiago de Compostela. Así pues, se aprovechó la ocasión para crear un pequeño sistema de infraestructura portuaria, algo que permitió generar riqueza a la zona.
En el siglo XV, Galicia se enfrentó a la conocida como rebelión de los campesinos. Además, cabe destacar que la Torre de San Sadurniño quedó destruida en la revuelta de los Irmandiños, concretamente en las batallas entre 1466 y 1470. Años más tarde, Pedro Madruga la compró y la reconstruyó una vez más.
Poco a poco fue mejorando, incluso tenía una capilla dedicada a la Virgen. En 1755, el terremoto de Lisboa dañó gran parte de la parte occidental de la Península Ibérica. Por lo tanto, la Torre sufrió grandes daños pero, después de este suceso, nadie quiso volver a reconstruirla.
Es importante saber que la Torre de Sadurniño, durante el siglo XVIII, perteneció a la conocida familia Chariño-Soutomaior. Más tarde pasó a ser propiedad pública y, en la actualidad, es considerado como uno de los monumentos más importantes, característicos y especiales que podrás encontrar en Cambados. Lo más bonito de todo es que es historia viva de este lugar.