ISLAS CANARIAS
Hay playas tan bellas que, en cuanto las pisas, no quieres abandonarlas hasta que llegue el invierno. La de Cofete, en Fuerteventura, es una de ellas.
La de Cofete es una playa inmensa e inmensamente maravillosa: está al sur, muy al sur, de Fuerteventura, mide casi 14 kilómetros de largo y unos 50 metros de ancho de media a lo largo de toda la línea de playa, está tan poco concurrida que aquí el nudismo es, sin duda, una opción; ¿inconvenientes? el clásico de una playa virgen, su acceso que en coche es complicado; también debes ser prudente a la hora de bañarte, se trata de una playa en la que el viento y el oleaje son una constante.
La playa de Cofete está en el Parque Natural de Jandía por eso si eres un amante de la naturaleza en estado puro más que de las comodidades inherentes a las banderas azules esta playa te va a enamorar ¿tu animal más querido es además una tortuga? en esta playa se organiza cada año una suelta de tortugas en aras de la conservación de esta especie; además, si te acercas al puerto de Morro Jable podrás visitar la estación de cría y conservación de tortugas y, desde allí, dirigirte a la playa de Cofete en coche o, más fácil, en autobús, el trayecto dura unos 15 minutos.
Si eres de los que disfruta paseando por la playa en Cofete te sentirás en el paraíso aunque hay dos aspectos que debes cuidar: el primero es la protección solar porque entre el aire y los rayos del sol cayendo inclementes podrías llevarte un buen disgusto en forma de daños en la piel y ya sabes que la piel tiene memoria, que una quemadura solar se cure no significa que la piel la olvide; y el segundo aspecto es la distancia, como se te ocurra echarte a caminar sin pensar que luego tendrás que desandar el camino cabe que te arrepientas, recuerda que esta playa mide casi 14 kilómetros de largo así que recorrerla entera sería un paseo de casi 28 kilómetros.
Visitar la playa de Cofete es una excursión inolvidable, una aventura para surfers, paseantes y otros amantes del mar pero no para niños, el viaje, dado el difícil acceso de esta playa, se les puede hacer largo y las olas un peligro innecesario para los más pequeños, ahora bien, para intrépidos aventureros, amantes del surf, enamorados de la naturaleza (y del acompañante), del nudismo playero, de pasear sin mirar atrás... será sin duda un paraíso, un paraíso del que debes disfrutar sabiendo que estás en una playa virgen sin más servicios que los que da la naturaleza.