Heli esquí en Islandia
El heli esquí es la versión más salvaje del esquí. Un helicóptero recoge a los que se atreven a realizar este deporte, los lleva a valles y picos inaccesibles y los suelta a su suerte, en medio de nieve inmaculada, asilvestrada, naturaleza en estado puro. Y a esquiar sin límites. Luego los recoge y vuelta a casa. No es un deporte para pusilánimes, desde luego.
La empresa Eleven Experience, especializada en aventuras extremas para amigos, hombres de negocios o familias, acaba de convertir una granja tradicional islandesa en un coqueto y acogedor hotel cuya principal atracción es esa, practicar el heli esquí. Un helicóptero a sus puertas lo dice todo. La granja Deplar abrió a finales de abril de 2016. Lo que era un refugio donde las ovejas balaban y paseaban, se ha convertido en un recoleto hotel de diseño situado en un remoto valle en la península islandesa de Troll y rodeado de picos de montaña de 1.000 metros de altitud, un paraíso para los valientes que se atreven con el heli esquí, claro.
En medio de la nada, Deplar dispone de 12 habitaciones especiales y una sala de literas con capacidad para 28 personas (para esos hombres de negocios que quieren vivir algo diferente). Por supuesto, hay que rellenar y disfrutar también eso que se llama aprés ski (o el tercer tiempo en la jerga del rugby, los mejores momentos….) y la granja-hotel ofrece lo que uno espera: bar, biblioteca, saunas interiores y exteriores (para los valientes), bañeras de hidromasaje, gimnasio, sala de teatro y de cine privadas y piscina cubierta de agua salada y al aire libre.
Enclavada al noroeste de Islandia, cerca del océano, por fuera conserva el encanto de esas construcciones nórdicas de madera, de casas bajas con techos de dos aguas y chimenea (aquí, en invierno, hace mucho frío, no se crean). Dentro, se esparce un diseño cálido, templado, con salas comunes con grandes cristaleras repletas de tumbonas y sofás para quedarse horas y horas mirando la agreste naturaleza. Pero la granja Deplar, propiedad de Experience Eleven, ofrece muchas más actividades que el heli esquí, como por ejemplo surf en las cercanas aguas, paseos en motos de nieve, kayak, observación de ballenas y esquí más sosegado para los que no se atreven a montar en helicóptero y subir a las altas cimas colindantes.
Cuando las nieves se retiran y los calores del verano resplandecen se pueden practicar la pesca con mosca, el senderismo, ciclismo, equitación y surf. La experiencia cuesta unos 9.000 euros por persona, precio que incluye cuatro días dándole al heli esquí (caben cuatro personas por helicóptero), servicio de conserje privado, un avezado guía que acompaña a los huéspedes durante toda la aventura, equipación (excepto las botas de esquí), las comidas, las bebidas alcohólicas y sin alcohol y los traslados al cercano aeropuerto de Akureyri. El hotel Deplar es el último de los destinos de Eleven Experience, pero también puede optar por destinos más tranquilos… entre comillas: una ciudad minera en las Montañas Rocosas (Colorado, Estados Unidos); un pueblecito en los Alpes franceses o una casa colonial en la isla Harbour, en las Bahamas.
Todos ellos son excitantes destinos exóticos, sí, pero lo último de lo último es el hotel Deplar, en Islandia, y la aventura del heli esquí. ¿Se atreven?