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MADRID

La Casa del Labrador, una de las grandes joyas de Aranjuez

La Casa del Labrador está en el corazón del espectacular Jardín del Príncipe.

La Casa del Labrador: descubre una de las grandes joyas de AranjuezImagen de Assdl en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Aranjuez es una de las ciudades con más encanto que podemos encontrar en la Comunidad de Madrid. Es un destino perfecto para los verdaderos amantes de la historia. Cada rincón, repleto de magia, logra dejar sin palabras a más de uno.

Una de las edificaciones que más turistas recibe, año tras año, es inevitablemente el Palacio de Aranjuez. Visitarlo es como trasladarte a otra época, a otras vivencias y vivir otra historia. Muchos son los rincones que nos fascinan, pero uno de los más sorprendentes es el Jardín del Príncipe.

En ese mismo punto del Palacio de Aranjuez podemos encontrar lo que se conoce como Casa del Labrador. Se trata de un pequeño palacio que fue construido por orden del rey Carlos IV. Su objetivo era erigir algo similar a una “casa de campo” en su palacio, que era el de Aranjuez.

Casa del Labrador. Aranjuez | Imagen de ssdl en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

En esa Casa del Labrador, pasaba la primavera con la corte. Por lo tanto, y a modo de recordatorio, en la fachada de este edificio podemos encontrar el escudo real, que lleva una inscripción que recuerda el reinado de Carlos IV. Al fin y al cabo, él fue una pieza clave para que esta Casa fuera una realidad.

Para conocer más detalles debemos viajar al año 1794, cuando se erigió una casa rústica. Tan solo cuatro años después, el monarca decidió darle forma hasta convertirlo en un pequeño y lujoso palacio. Es más, no dudó en encargar esta obra a Juan de Villanueva, autor del Museo del Prado.

Al edificio principal se decidió añadirle dos alas laterales, entre las que se extiende nada más y nada menos que un patio de honor. En él podemos encontrar un total de 20 bustos de diversos emperadores romanos, algo que hace que el lugar sea mucho más imponente a la par que especial.

El rey Carlos IV, en todo momento, estuvo muy pendiente de cómo se llevaba a cabo la decoración. Sobre todo, quiso ser insistente en el interior de la Casa del Labrador. Por eso contó con grandes profesionales de la época como José López, Manuel de Monjas, José Cherou, Domingo de Urquiza o, incluso, Luis Japelli.

Casa del Labrador | Imagen de Assdl en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

El monarca, además, también contó con grandes profesionales internacionales. Un claro ejemplo lo encontramos en el decorador Jean-Démosthène Dugourc, de París. Encontramos un inmenso salón utilizado como lugar de recepción y ceremonias. Por si fuera poco, llaman poderosamente la atención dos espectaculares escaleras. Encontramos además sorprendentes pinturas, un magnífico mobiliario y unas estatuas que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Una de las salas más representativas de la Casa del Labrador es la que conocemos como Gabinete de Platino.

En él vemos reflejada la perfecta combinación de ese toque neoclásico con la tradición barroca de sus imponentes techos. Tampoco podemos pasar la oportunidad de mencionar la conocida como Sala de Compañía, donde se recibía a los altos cargos, o el Salón Grande.

¿La mala noticia? el Palacete de la Casa del Labrador permanece actualmente cerrado y no podrás acceder a él, sólo acercarte a verlo por fuera, ahora bien, estás en uno de los Reales Sitios más bellos, el de Aranjuez, aunque la Casa del Labrador quede entre las visitas pendientes sólo visitar el Palacio y recorrer el Jardín del Príncipe merecerá la pena.

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