Gordes es uno de los destinos de primavera más bellos de Francia. Te contamos por qué

La Provenza es famosa por su luz y sus flores, elegir solo un pueblo de cuantos hay en esta zona de Francia sería imposible de la elección de uno borrara los demás del mapa porque el viaje ideal a la Provenza es en realidad un roadtrip que nos permita ir saltando de pueblo en pueblo y cruzar los campos floridos de una zona que debe precisamente a las flores y a la luz del sol que las hace florecer no solo su belleza sino también su prosperidad ¿sabías que es aquí donde nace y se hace la tradición perfumista francesa? si te interesa su historia deberás incluir Grasse en tu ruta, no en vano esta localidad es conocida popularmente como la capital mundial del perfume pero nosotros hoy vamos a quedarnos en un pueblo más pequeño y discreto, histórico, terriblemente elegante y también con muchas flores: Gordes, un bonito pueblo en el corazón del Parque Natural Regional del Luberon.

¿Por qué Gordes? Porque es un pueblo precioso que parece nacer de forma natural de las rocas de la montaña; visto desde lejos parece lo que es, un pueblo antiguo de casas de piedra y tejados de terracota pero cuando lo recorres, algo que harás en menos de un día pues es un pueblo pequeño, sus calles, sus tiendas, sus plazas, además de su iglesia y su castillo (complementos que no faltan a ningún pueblo histórico, de origen romano nada menos) destilan encanto.

Gordes forma además parte de la zona de la Provenza-Costa Azul que históricamente ha atraído a grandes pintores, Picasso entre ellos, la razón de esa atracción es la luz, la misma luz que hace florecer los campos se convierte en el gran alidado de los pintores; pintores como Chagall y Vasarely pasaron temporadas en Gordes buscando inspiración y luz para sus obras.

Gordes es además un pueblo con mucha historia porque se cree que su origen es celta y es desde luego también romano; en plena Edad Media Gordes vivió una época floreciente como ciudad defensiva de la que conserva vestigios tan importantes como el castillo y su época más oscura la vivió durante la II Guerra Mundial cuando fue asediado y medio destruído, además de asesinados algunos de sus habitantes, por los nazis; de hecho el desastre hubiera sido incluso mayor sino hubiese intervenido en el asunto un monje de la cercana abadía de Sénanque, unos monjes que se instaron en esta zona ya en la Edad Media.

¿Visitas que no debes perderte en Gordes? Lo primero que debes hacer es precisamente perderte caminando por las calles de Gordes y, una vez hayas disfrutado de su encanto y degustado algunas delicias francesas en sus tabernas, has de completar tu visita asegurándote de ver tanto la Abadía de Sénanque que es austera como buen convento cisterciense pero que en primavera regala una estampa idílica pues está rodeada por campos de lavanda; tampoco puedes abandonar Gordes sin visitar su famoso castillo, construido en el S.XI y reconstruido en la época renacentista, desde su ubicación disfrutarás además de espectaculares vistas del pueblo y de la montaña; ¿más visitas recomendables? El Palacio de San Fermín por sus bodegas excavadas en la roca, la Iglesia de San Fermín construida en el S.XII y reconstruida en el S.XVIII.

Una sugerencia más, o un pequeño reto, busca el símbolo de Santiago porque Gordes es uno de los pueblos en los que los peregrinos paraban en su camino hacia Santiago de Cosmpostela...