UN PARAÍSO QUE EMERGE IMPONENTE EN EL MEDITERRÁNEO
Cuatro conjuntos de islas de origen volcánico a 56 kilómetros de la costa, a 27 millas náuticas de Alcossebre, emergen desafiantes, cuatro islas de las que solo se puede visitar una: la Illa Grossa.
Misteriosas, sorprendentes, fascinantes y cautivadoras, así son estas pequeñas islas volcánicas, conocidas antiguamente como Islas de las Serpientes, a medio camino entre la Península Ibérica y las Islas Baleares. Unas islas, hoy Reserva Natural, que se han convertido en uno de los tres espacios naturales que atesora Castellón de la Plana.
Dos espacios en tierra firme: el Parque Natural del Desierto de Las Palmas y el Paraje Natural del Ermitorio de la Magdalena, y otro, del que hoy os queremos hablar, en las plácidas aguas del mar Mediterráneo sobre fondos de 80 metros de profundidad: La Reserva Natural de las Islas Columbretes.
Las Ilas columbretes son 4 grupos de islas que componen un archipiélago que son: Columbrete Grande, La Ferrera, la Forarada y El Carallot. Unas islas impresionantes de aguas cristalinas, y que destacan por la belleza de sus fondos y por la fauna que habita en ellas. De hecho, este parque alberga especies en peligro de extinción como el halcón de Eleonor y la gaviota corsa.
El nombre de las islas proviene de la expresión Colubraria, así las identificaron los primeros navegantes griegos y latinos en sus cartas de navegación. Así, por la cantidad de serpientes que había en ellas, y decimos había, porque prendieron fuego a estos islotes para acabar con ellas.
Hasta principios del siglo XIX los únicos que llegaban hasta allí eran pescadores, contrabandistas o piratas, pero la construcción de un faro, en 1860 hizo que a partir de ese momento empezarán ser en cierto modo colonizadas.
Illa Grossa, es la única en la que hoy se puede desembarcar. Hasta su pequeño puerto, Tofiño, llegan embarcaciones desde el Grao para que los visitantes puedan acceder por una escalinata y realizar un recorrido interpretativo hasta los 67 metros de altura donde se ubica el faro. Aunque los verdaderos atractivos de las islas son su vegetación y su fauna, con especies
desde en peligro de extinción a vulnerables o especies endémicas, de ahí la importancia de su protección.
Desde el Grao también hay salidas en golondrina o catamarán para navegar por sus alrededores, amarrar para visitar la Illa Grossa, o darse un chapuzón para practicar snorkel. Y también se puede hacer excursiones para practicar submarinismo y explorar su espectacular fondo marino, declarado Reserva Marina. Aunque para esto último hay que contar con la autorización del Ministerio competente en Medio Ambiente y Pesca. Las Columbretes son uno de los destinos más solicitados por submarinistas de muchas partes del mundo.
Además de la Illa Grossa, sobre la superficie del mar destaca otra isla, el Carallot, que con sus 32 metros de altura, testimonio geológico de los restos de la
chimenea central de un milenario volcán.
Las Columbretes tienen un cupo restringido de visitantes diarios, 78 para ser exactos. Las visitas guiadas se realizan en grupos de un máximo de 20 personas y los horarios de visita a la Illa Grossa son: a las 10.30, 12.00, 13.30, 17.00 y 18.30 horas. De 12.00 a 15.00 horas este espacio está reservado para las golondrinas.
No dejes de pasar por el Centro de Información de la Reserva Natural de las Islas, en el Planetario del Grao antes de visitarlas. Hay una exposición sobre las islas, del mundo de la pesca, y diversas campañas educativas relacionadas con las islas. Más información: Parque Natural de las Islas Columbretes
Su origen volcánico, el aislamiento en que viven las diferentes especies de animales y vegetales, su pequeño tamaño y las duras condiciones ambientales hacen de estas islas un ecosistema único.
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