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SUBIR A LA RUEDA DE FALKIRK

La primera y única esclusa giratoria del mundo

Una hazaña excepcional de la ingeniería moderna considerada ya como una escultura inspiradora del siglo XXI.
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La Rueda de Falkirk, situada al sureste de Escocia, es el único ascensor de barcos giratorio del mundo. Conecta dos canales artificiales que se extienden por el centro de Escocia, desde Edimburgo por el este, hasta más allá de Glasgow por el oeste.

Canales que estaban conectados originalmente en el año 1800 por 11 esclusas que se tardaban en cruzar casi un día entero. Unas esclusas por las que circulaban barcos que transportaban productos, bienes y también personas. Pero como todo, las cosas cambiaron tras la llegada del ferrocarril, y los canales cayeron en desuso. Así que las esclusas que conectaban estos canales se desmantelaron en el año 1933.

Pero no fue por mucho tiempo. Y es que en el año 2002, coincidiendo con la celebración de las bodas de oro de la monarca británica, Su Majestad la reina Isabel II, inauguró una obra excepcional: la Rueda de Falkirk. Una importante construcción que ha reemplazado las antiguas esclusas por dos góndolas giratorias de última generación. Vale la pena subir y girar en la rueda, porque se puede.

Rueda de Falkirk | Turismo de Escocia

A tan solo 4 kilómetros del centro de Falkirk, este es uno de los lugares más visitados de Escocia. Y es que esta espectacular construcción es una especie de ascensor de barcos giratorio que conecta hoy el canal Forth y Clyde, con el canal Unión, situado unos 600 metros más al sur.

La Rueda de Falkirk es una maravilla tecnológica, una obra que encantará a grandes y pequeños, impresionante. Tiene 35 metros de altura y puede mover 600 toneladas de peso. 300 toneladas en cada una de las dos góndolas incluyendo el peso del agua, unos 250.000 litros en cada una y el peso de los barcos que desplazan. No importa cuál sea el peso de los barcos, ya que a mayor peso, menor cantidad de agua entra en la góndola, por lo que el peso es siempre el mismo en cualquier caso.

La Rueda de Falkirk es más que un ascensor giratorio para barcos. Es también el lugar en el que una jornada se va a convertir en toda una aventura, y donde podemos pasar un día fabuloso realizando un montón de actividades al aire libre. Y es que hay varias instalaciones para los visitantes, como una tienda, una cafetería, un centro de interpretación y una sala de exposiciones.

Vamos a poder embarcarnos en una excursión en barco, acercarnos a la zona de actividades infantiles, y disfrutar de un parque acuático y de un mini-canal, además de practicar piragüismo, alquilar de bicicletas y dar preciosos paseos por los bosques cercanos. En la Rueda de Falkirk hay siempre algo para todos.

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Eso sin contar que estamos ante una maravilla única, una obra de ingeniería mecánica pura que ya forma parte de la ingeniería del arte del siglo XXI, y que se ha convertido en un auténtico y emblemático icono digno de la fama de la ingeniería tradicional de Escocia.

Diseñada para reemplazar las antiguas puertas de cerradura construidas en el siglo XIX, la Rueda Falkirk es la pieza maestra del proyecto Millennium Link, un proyecto en el que la navegación costa a costa por los canales se ha vuelto a restablecer por primera vez en 40 años.

Llegar hasta allí es muy fácil, tanto desde Glasgow como desde Edimburgo, las principales ciudades escocesas. Y si quieres y estas en la capital de Reino Unido, los vuelos desde Londres tienen una duración aproximada de una hora y media hasta las dos ciudades escocesas.

Más información: Rueda de Falkirk

Sin duda, la Rueda Falkirk es un lugar insólito en el corazón de Escocia, anótalo en tu agenda en tu próximo viaje a Escocia.

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