Maravillas naturales
La fuerza de la naturaleza asombra y deja atónito al ser humano, creando magníficos espacios cavernosos dignos del mejor de los arquitectos. En este artículo recorremos el mundo de cueva en cueva.
La catedral de mármol azul de la Patagonia, las cavernas de Tailandia, la mágica cueva Ruakuri de Nueva Zelanda o las impresionantes cuevas del Algarve en Portugal son algunos de esos prodigios naturales más que recomendables para visitar.
La catedral de mármol es un intrincado sistema de cavernas llenas de agua en el lago General Carrera en la Patagonia, entre Chile y Argentina. Para poder acceder a ella, hay que volar hasta la ciudad más cercana, Coyhaique y después conducir por desafiantes caminos de tierra hasta el lago.
Otras formas de relieve naturales han pasado de ser un refugio de la Segunda Guerra Mundial a una atracción turística artificialmente iluminada, como es el caso de Guilin en China.
En las Antípodas, Nueva Zelanda, está la cueva Ruakuri que alberga miles de gusanos luminosos, únicos en el país, que emiten un resplandor fosforescente que ilumina las paredes rocosas. De un paraje más o menos cálido, vamos hasta Siberia, al lago Baikal. En este lago se forma una impresionante cueva de hielo. Al igual que en la Patagonia, llegar a esta región es peligroso. De hecho, muchos exploradores se han estrellado a través del hielo en el pasado, pero sigue siendo un atractivo para los fotógrafos y para los viajeros más arriesgados.
Tailandia acoge a muchas grutas subterráneas repletos grandes monumentos sagrados, como por ejemplo el pabellón real en la cueva Phraya Nakhon, Prachuap Khiri Khan. En parajes más áridos como es el Cañón de Antelope en Arizona, se hallan corredores de cuevas, iluminados por la luz del sol siempre cambiante. Un poco más al sur, en el mismo continente, en México, está el Cenote X'Canche, un camino fuera de lo común.
Las cuevas de hielo Valdez de Alaska, es posible explorarlas en kayaks, una forma mucho más original y con más adrenalina para explorarlas. Finalmente, encontraremos una iglesia construía aprovechando la morfología de la roca, está en el Parque Nacional Goreme, en Anatolia, en Turquía. Además, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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