UN DESTINOS PARA AMANTES DE LA VIDA AL AIRE LIBRE
La isla nórdica de Islandia se ha convertido en un destino increíblemente popular en los últimos años. Y la verdad es que es fácil entender el por qué.
La naturaleza salvaje de este territorio es simplemente abrumadora, y no son pocos los que desean conocer en persona algunos de estos lugares asombrosos. Hoy os dejamos una pequeña lista de algunas de las maravillas que no puedes dejar de visitar allí. Toma nota.
Hornstrandir
Hornstrandir es la península más septentrional de Islandia, una reserva natural tranquila con acantilados que caen directamente al océano. Un destino ideal para los amantes del senderismo, y el lugar perfecto y remoto en el que perderse. Sus principales atracciones son tres. Los acantilados repletos de pájaros que rodean la bahía de Hornwick. En el lado este de la bahía, el acantilado alcanza una altura de más de 500 metros.
En segundo lugar, como no hay infraestructura, y son pocos los turistas en relación al tamaño del área, se puede caminar durante días sin ser a nadie, es un auténtico paraíso virgen que te enamorará. En tercer lugar, el área es un refugio para el Zorro Ártico, y las posibilidades de que veas a uno de ellos son muy altas.
Laguna azul
Sin duda uno de los lugares más espectaculares y que más turistas atrae al cabo del año en Islandia. Laguna Azul o Blue Lagoon es un balneario geotermal, un spa al aire libre que se encuentra en el campo de lava más reciente del país, a unos 39 kilómetros de Reikiavik, la capital.
Su situación, en la parte oeste de la isla, en la península de Reikjanes, hace que esté bien comunicada, a tan solo 13 kilómetros del aeropuerto. Lo primero que llama la atención de Blue Lagoon es su característico e intenso color azul, totalmente natural. Además, sus columnas de humo y los chorros de vapor te harán sentir como si estuvieras en otro mundo. Un spa de auténtico lujo rodeado de un paisaje que te dejará sin palabras.
Cascada de Gullfoss
Uno de los monumentos naturales más visitados de Islandia. Gullfoss o la Cascada dorada, es una cascada icónica que ofrece un espectáculo único, el de la fuerza y la belleza de la naturaleza virgen.
Se encuentra al sur del pais, en el río Hvítá , que se alimenta del segundo glaciar más grande de Islandia, el Langjökull. El agua cae en picado 32 metros en dos etapas en un accidentado cañón cuyas paredes alcanzan hasta 70 metros de altura. En un día soleado, se puede ver un brillante arco iris sobre las cataratas. Realmente impacta.
Géiser Strokkur
Este géiser de fuente está en un área geotérmica justo al lado del río Hvítá. Puede ser visto por los visitantes que realizan la popular gira de Golden Circle. Podríamos definir un géiser como una abertura en la tierra de origen volcánico a través de la cual brotan vapores y agua caliente. En este sentido, Strokkur es el más activo de Islandia y nos sorprende cada pocos minutos lanzando chorros de agua que llegan a alcanzar los 20 metros de altura. El agua brota a una temperatura de unos 120 ºC, aunque no representa ningún peligro ya que la temperatura ambiente es tan baja que se enfría casi de forma instantánea.
Cañón Asbyrgi
Este cañón está formado por una formación rocosa masiva en forma de herradura con áreas boscosas en el norte de Islandia. Mide aproximadamente 3.5 kilómetros de largo y 1.1 de ancho, formando solo una pequeña parte del extenso y espectacular Parque Nacional Vatnajökull.
En lo alto del cañón la caída alcanza los 100 metros y sorprende el espesor del bosque de abedules y sauces, algo que no encontrarás en ningún otro lugar de Islandia. Hay un pequeño lago llamado Botnstjörn al que se puede acceder.
Hay otras atracciones fascinantes cerca de este cañón. Hljózaklettar, un extraño y encantador grupo de formaciones rocosas columnares ubicadas en el cañón vecino de Jökulsárgljúfur. O la cascada más poderosa de Europa, Dettifoss, un espectáculo impactante y poderoso que no te puedes perder.
Playa Reynisfjara
Al oeste del acantilado de Reynisfjall, una estrecha carretera conduce a una playa de arena negra de gran belleza. Una playa que para muchos es la más bonita de Islandia, la playa de Reynisfjara.
Aquí no solo se puede disfrutar de un paisaje único, sino también observar una impresionante formación de columnas basálticas, la Reynishverfi, así como ver el arco de Dyrholaey y los tres troles.
La playa no es de grandes dimensiones, y se encuentra enmarcada dentro de altos acantilados entre montañas de 340 metros de altitud con grandes aristas. Es el resultado, cómo no tratándose de Islandia, de todo un proceso de erupciones volcánicas que rompieron glaciares en la última glaciación del planeta. Lavadas de roca, columnas de basalto, grutas y cuevas... no hay rincón que no sea interesante, aunque es cierto que pocos pueden compararse con las columnas de 66 metros de altura de basalto de Reynisfjara.
Las mejores vistas del lugar las tendrás desde Dyrholaey, aunque pasear por la playa también merece la pena.
Grjótagjá
Esta cueva de lava tiene en su interior un manantial termal. Pero que no se te ocurra meterte en él. El agua está súper caliente. Grjótagjá es probablemente uno de los lugares menos conocidos cerca de lago Mývatn, en el norte de Islandia.
El agua se calienta debido a la actividad volcánica de las profundidades de la tierra. Y era un lugar en el que se bañaban muchos islandeses hasta la década de 1970, los hombres en una cueva y las mujeres en otra. Pero tras las erupciones del volcán Krafla entre 1975 y 1984 la temperatura del agua de la cueva se elevó por encima de los 50 ° C.
Grjótagjá consiguió sus minutos de famas gracias a que Jon Nieve selló un acuerdo con Ygritte en este escenario natural, en la serie de Juego de Tronos Temporada 3, por lo que si eres un fan de sus aventuras, deberías incluir esta cueva en un viaje a Islandia.
Más información: Promote Iceland
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