La capital del país del sol naciente
La desescalada ha marcado ya el principio del fin del confinamiento, con las precauciones necesarias iremos ganando para nuestra libertad el terreno perdido y antes de que nos demos cuenta los aeropuertos volverán a llenarse de vida y viajeros y volveremos a disfrutar de vuelos directos de España a Tokio a precios que nos permitan hacer de ese gran viaje una realidad. ¿El año próximo tal vez? no es necesario que esperes tanto ¿recuerdas cuántas veces has podido oír hablar de la belleza de Nueva York en Otoño? lo mismo sucede con Tokio, los colores y la luz otoñal le sientan de escándalo a la capital nipona y convierten esta época del año en un momento perfecto para visitarla.
Tokio es una ciudad única porque es a un tiempo y a la vez una de las ciudades más modernas del mundo y un reflejo de la milenaria cultura nipona, son muchos los lugares imperdibles de la capital de Japón pero en otoño sus zonas verdes son lo más espectacular de la ciudad porque entonces los tonos tostados, dorados, naranjas y granates envuelven la ciudad en un misticismo que solo puedes vivir en Japón.
No se puede hablar de naturaleza en Tokio y en otoño y no hablar del Ginkgo, un árbol que se vuelve totalmente dorado antes de perder sus hojas y que, una vez las pierde, se ve rodeado de un manto dorado a sus pies; es un árbol muy común en la capital nipona y lo descubrirás no sólo en sus parques sino también en sus calles.
5 son los lugares, y no son pocos porque son parajes más que rincones, que no puedes perderte en el otoño de Tokio: Meiji Jingu Gaien con su avenida de 300 metros de largo decorada por 150 árboles de Ginkgo; Showa Memoria Park, un parque de 163 hectáreas en el que descubriás toda una avenida dedicada a este mítico árbol japonés; Hikarigaoka, un parque público en el que te maravillarás ante 40 árboles de Ginkgo ¡centenarios!; el parque Yoyogui, uno de los más grandes de Tokio y Marunouchi, un parque con vistas que conecta Tokio y el Palacio Imperial.