MILFORD SOUND, UN LUGAR SIMPLEMENTE GRANDIOSO
Descrito por Rudyard Kipling como la "octava maravilla del mundo,” este estrecho, esculpido por glaciares durante la Era del Hielo, es, simple y llanamente, mágico.
Los acantilados del fiordo se elevan verticalmente desde las aguas oscuras, las cimas de las montañas parecen tocar el cielo, y el agua desciende en cascada por las paredes, en algunos casos en caídas de hasta 1.000 metros. Cuando llueve, algo que sucede con frecuencia, las cascadas se multiplican y adquieren un efecto espectacular. No es fácil encontrar tanta belleza en cualquier otro lugar.
Durante siglos, Milford Sound solo fue accesible a pie o en barco. E incluso, hoy en día, solo hay una carretera que llega hasta esta remota e intacta zona de Queenstown o Te Anau. Así, aunque no es difícil llegar, el tiempo que puedas invertir en hacerlo dependerá de los días de que dispongas.
Sea como sea, el viaje a Milford Sound es imponente, no en vano el estado de Fiordland es Patrimonio de la Humanidad. Estamos a 288 kilómetros de Queenstown, unas 4 horas 15 minutos en coche, y a 121 kilómetros de la ciudad Te Anau, a unas 2 horas y 15 minutos. Si no dispones de coche, otra opción es viajar en autobús, o reservar una excursión de un día incluyendo un crucero.
Te recomendamos pasar la noche en la ciudad de Te Anau, el mejor punto de partida para muchos paseos por el Parque Nacional Fiordland, incluyendo el Milford Track, probablemente, el camino más famoso de Nueva Zelanda. Un camino ideal para los amantes del senderismo. Milford Track tiene 53 kilómetros,con impresionantes vistas de las montañas, a través de lagos y enormes valles hasta las cataratas Sutherland, la cascada más alta de Nueva Zelanda.
La carretera hasta Milford Sound tienes algunos inconvenientes, es empinada y ventosa, no encontrarás gasolineras o servicio, y hay poca cobertura de móvil en algunos puntos, así que recuerda llevar el depósito lleno y algo de comida y bebida. El tiempo aquí puede cambiar de forma drástica, incluso en verano, por lo que es conveniente llevar ropa apropiada.
Milford Sound es, con mucho, el más conocido de todos los fiordos de Nueva Zelanda, y el único al que se puede acceder por carretera. Y es realmente espectacular, con un paisaje que se ha mantenido inalterable a pesar del tiempo. Los maoríes atribuyeron la creación de los fiordos a un "masón titánico", Tute Rakiwhanoa, que cortó los valles empinados con adornos afilados. Y viendo sus perfectos acantilados verticales se entiende esta explicación.
Una vez allí, los paseos en barco, durante el día o por la noche, como los que ofrece Cruise Milford, son una de las mejores maneras de explorar Milford Sound, aunque también es más que recomendable contratar un viaje en avioneta para poder ver su majestuosidad y disfrutar de unas increíbles vistas panorámicas.
Los más aventureras también pueden optar por salir a navegar en kayak o incluso bucear. El mundo submarino es único en Fiordland. Debajo del agua, las montañas continúan sumergiéndose como paredes empinadas de roca hasta llegar a profundidades de 100 a 450 metros. Pocos visitantes son conscientes de que por debajo de la línea de la marea existe un mundo fascinante y único. Una visita al Milford Discovery Center & Milford Deep Underwater Observatory o un tour de buceo guiado te permitirá descubrir lugares misteriosos.
Para aprender más sobre la vida marina local, puedes visitar el observatorio submarino de Harrison Cove y maravillarte con el coral negro, las estrellas de mar de 11 patas y las delicadas anémonas.
Más información: Turismo de Nueva Zelanda
Si tienes pensado viajar a Nueva Zelanda, y lo tuyo es la naturaleza, no dejes de visitar este espléndido fiordo y el Parque Nacional de Fiorland.
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