Laura Ferrero, sobre la infancia con padres separados: "Cuando un padre se marcha, el niño cree que la culpa es suya"
Laura Ferrero se sumerge en 'Los astronautas' en su propio pasado familiar y nos ofrece un nuevo marco referencial sobre todo lo que queda después de un divorcio.
Llega directa del aeropuerto, maleta en mano, con ese ritmo tan característico de las chicas de ciudad. Laura Ferrero acaba de publicar su último libro 'Los astronautas' (Alfaguara, 2023) donde escribe sobre la no existencia: ¿se tiene familia cuando tus padres se divorcian antes de tu nacimiento? Como si de una misión espacial se tratase, aterriza en el bar de un hotel madrileño para contarnos de dónde salen las palabras que dan vida a sus astronautas.
Reescribir nuestra historia
Esta novela es un ejercicio de memoria, de volver al pasado para saber cuál es nuestra herencia. "Si la gente te cuenta las cosas con claridad no creo que exista el drama, el drama es cuando tú no lo entiendes. Cuando me preguntan si recuerdo mi infancia traumática contesto que no, que lo que recuerdo de ella es la incertidumbre", afirma Laura.
"Queremos salir favorecidos de nuestro propio relato"
Y es toda esta incertidumbre la que guía la novela, la necesidad de saber y de poner en palabras la propia historia. Ferrero asegura que "el control de la narrativa nos afecta en todos los momentos de la vida. Al final lo que queremos es salir, no victoriosos, pero sí favorecidos de nuestro propio relato". Y con esta novela inicia un viaje que acabará creando la voz que necesitaba para encajar cada pieza del puzle en su lugar.
La culpa que acompaña
Los padres de Laura se divorciaron en el año 86 cuando la ley solo llevaba vigente 5 años. Esta novedad en el asunto fue la causante de la falta de palabras y lenguaje sobre algo tan natural como que, a veces, el amor se acaba. ¿Por qué se acaba el amor? ¿Es acaso mi culpa?
"Cuando un padre se marcha, el niño interpreta que la culpa es suya"
Este vacío de respuestas se acaba convirtiendo en sospecha, y esa sospecha en culpa. "De pequeños nuestros padres son referentes y pensar que cometen errores sería bajarlos del pedestal en el que se encuentran. Por eso, cuando un padre se marcha, el niño interpreta que la culpa es suya", cuenta la escritora.
La búsqueda
A lo largo de la novela, la protagonista se va despojando de todo lo que le pesa, de aquello que arrastra, y da forma a la historia que siempre necesitó que le contasen. La búsqueda de información funciona aquí de motor de escritura. "Tú creces entre dos familias, pivotando de un sitio a otro, y por eso no sabes cuál es tu lugar. La búsqueda ha estado siempre presente en mi vida", concluye Ferrero.
El comienzo de Anna Karenina dice que "todas las familias felices se asemejan; cada familia infeliz, es infeliz a su modo". Quizás solo nos haya faltado literatura para entender que, en el fondo, esos modos son más parecidos de lo que pensamos.