Ni Colón descubrió un continente ni la Reconquista duró 800 años: la verdadera historia de España que no verás en redes sociales
En España diversa, el profesor de investigación en el Instituto de Historia del CSIC Eduardo Manzano Moreno repasa la historia de lo que llamamos España lejos de relatos sesgados y partidistas.
Eduardo Manzano Moreno
Editorial: Crítica
Año de publicación original: 2024
Ni luchamos 800 años seguidos contra los árabes en la Reconquista, ni Cristóbal Colón descubrió un continente nuevo, ni por supuesto la Guerra Civil fue un mal irremediable para solucionar los problemas por los que pasaba España. Y sin embargo, el mayor problema del relato de la historia de nuestro país no son todas estas inexactitudes levantadas en pos de una mayor gloria, sino que cada creación ha sido siempre partidista y poco integradora.
Símbolos descontextualizados siguen sirviendo a los creadores de opinión para armar un relato partidista y sesgado
A día de hoy, todavía se pasea a Don Pelayo por las redes sociales como símbolo de una España que él ni imaginaba ni quería. Y a pesar de la cantidad de víctimas que nuestra historia ha ido dejando en la cuneta, judíos, sociedades indígenas precolombinas, gitanos o disidentes políticos, hay quien se empeña todavía en mostrar la historia de España como ejemplar.
El gran problema es que no sirve ni la verdad para callar a los fanáticos. Y aunque se explique una y otra vez las circunstancias de cada hecho histórico y lo poco que tiene que ver con nuestra realidad actual, de nada sirve: símbolos descontextualizados siguen sirviendo a los creadores de opinión para armar un relato partidista y sesgado.
La riqueza de la diversidad
Ante esta batalla de trincheras culturales, ante la contraposición de relatos irreconciliables, el reputado historiador Eduardo Manzano Moreno ha planteado una historia de España diferente, resaltando la riqueza de su diversidad y sobre todo, evitando el juicio para poner simplemente los hechos en conocimiento del lector.
Si no somos capaces de sacar pecho ante el riquísima y abundante legado que nos dejó al-Andalus, si no podemos asumir todo lo que puede aportar al país historias tan diversas y fructíferas como la del pueblo catalán, vasco o gallego, con sus características y su idioma propios, entonces no seremos capaces de integrar a los diferentes pueblos y orígenes que integran hoy la realidad de España.
Tratar de extrapolar realidades pasadas a la actual no puede más que llevarnos a equívoco
Y es que, a lo largo de los siglos, España ha sido algo muy diferente dependiendo de la época en la que nos encontráramos. Por eso, tratar de extrapolar realidades pasadas a la actual no puede más que llevarnos a equívoco. Pongamos por ejemplo el reino de Cataluña del silo XVII. Asegurar cómo de españoles se sentían sus habitantes no tiene mucho sentido porque España no significaba entonces lo que significa hoy.
Las consecuencias de las monarquías de Austrias y Borbones, el fracaso del Estado Liberal español, la rémora de la Guerra Civil y los 40 años de dictadura han terminado de pintar una historia llena de matices que muchos se empeñan en simplificar.
Una historia entretenida
Todo esto, más de 21 siglos de historia, desde la romanización del territorio hasta el Franquismo, Eduardo Manzano Moreno lo repasa en poco menos de 500 páginas. Una historia abreviada de nuestro país repleta de citas, con una bibliografía muy extensa, que es todo un manual para entender la diversidad de España.
Un relato básico para enfrentarse a los argumentos facilones y simples que se esgrimen en redes sociales
Y lo hace con un sentido de la narrativa bastante alto, facilitando la lectura de este ensayo y convirtiéndolo en una fuente de entretenimiento, además de, por supuesto, un relato básico para enfrentarse a los argumentos facilones y simples que se esgrimen en redes sociales día tras día.
España diversa es una lectura fascinante y reveladora, que muestra la desnudez del emperador de las redes y que todos deberíamos leer para poner una base común sobre la que trabajar la integración. Porque un país jamás estará unido si no somos capaces de asumir, aceptar y reconocer la diversidad de sus gentes.