Infección respiratoria

Así son los síntomas de la gripe a los que deberíamos prestar más atención (algunos son diferentes a los del catarro o resfriado común)

¿Por qué es importante? La evolución de la enfermedad es clave, por lo que si hay síntomas que no mejoran o empeoran en un determinado periodo de tiempo deberíamos acudir al médico. Nos lo explica el doctor José M. Molero, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.

Una mujer con fiebre.FreePik

Como cada mes de enero, justo al finalizar las Navidades, la gripe se convierte en una de las infecciones respiratorias más importantes ya que cada año colapsa las urgencias y los hospitales. Este 2025, hay un aumento de casos del 115% y los expertos recomiendan la vacunación, el uso de mascarillas y acudir al centro de salud cuando realmente sea necesario para evitar la saturación; unas medidas que tienen como objetivo disminuir los contagios y proteger a los más vulnerables.

Datos de la Universidad Europea de Madrid señalan que el aumento de casos de gripe dispara las hospitalizaciones y el pico de infecciones se alcanzará previsiblemente a finales de mes: "La epidemia de gripe en España se intensifica con una tasa de incidencia de 62,6 casos por cada 100.000 habitantes, superando el umbral epidémico. Los expertos prevén que el pico se alcanzará a finales de enero y alertan sobre la baja tasa de vacunación, lo que podría generar más casos graves".

Realmente, no existen síntomas específicos como tal de la gripe, pero sí hay algunos respiratorios que son comunes en esta enfermedad, tal como explica a laSexta el doctor José María Molero, portavoz del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

"La gripe es una infección de la vías respiratorias bajas (tráquea y bronquios) por lo que los síntomas que puede presentar son: tos con expectoración y flemas, acompañado de un cuadro de afectación del estado general: fiebre con escalofríos que puede durar entre 3-4 días, sensación de malestar con dolores musculares y articulares, cansancio y debilidad", enumera el experto.

Este malestar descrito es común también de otros virus como el virus respiratorio sincitial (VRS) o el COVID, no así, en otros respiratorios. También, pueden ser frecuentes en la gripe, síntomas como el dolor de cabeza y, en ocasiones, cierta dificultad al respirar, ya que el virus afecta a los bronquios.

Por otro lado, puede haber otros síntomas, aunque en este caso serían más comunes en los catarros o resfriado común: estornudos, dolor de garganta o congestión nasal.

Por ende, sostiene el doctor Molero, sin ser síntomas característicos ni específicos, si que parece que, a diferencia de los resfriados, la gripe suele comenzar con un cuadro de forma brusca y con síntomas intensos consistentes en:

  • Fiebre y escalofrío
  • Dolor de cabeza
  • Sensación de cansancio y debilidad y dolores musculares,
  • Tos seca al principio, que después puede ir acompañado de mucosidad

Hay que prestar atención a su evolución

Dentro de los síntomas descritos, es importante prestar atención a cómo evolucionan, con especial hincapié en algunos de ellos como la fiebre o la dificultad para respirar. De este modo, y según explica el doctor Molero, en el caso de la fiebre, ésta puede durar hasta 3-4 día sin preocuparnos, si dura más (por encima de los 38 grados) podríamos acudir al médico para consultar.

La presencia de la dificultar para respirar es normal al principio pero sí va a peor y no evolucionar es algo que nos debe alertar y consultar. Igualmente, destaca el doctor, si hay un dolor repentino en el pecho o en el costado que se mantiene fijo y que cada vez es más intenso. Y por último, si la sensación de cansancio o adormecimiento tampoco evoluciona de forma favorable.

"En general, hay que destacar que la gripe no es una infección que en sí misma afecta gravemente a las personas que la padecen, quienes van a evolucionar peor son aquellas personas que se consideran vulnerables o de riesgo, que son precisamente, a aquellas personas a las que va dirigida la vacunación", afirma el experto.

Es decir, tal como subraya el doctor, a los mayores de 60 años (la vacunación se recomienda a partir de los 60 años, pero se considera a que a partir de los 65 años hay un mayor riesgo de complicaciones); a aquellas personas que, independientemente de la edad, tengan alguna enfermedad que se relaciona con un peor pronóstico de infección de gripe (por ejemplo, enfermedades cardiacas o enfermedades respiratorias crónicas como asma o EPOC, diabetes mal controladas, enfermedades que hacen que te bajen las defensas, etc.)

Por tanto, todas estas personas deben estar más atentas a los síntomas: "No hace falta acudir a Urgencias, sino que el primero paso es ir al centro de salud; tampoco tienen que consultar inmediatamente, sino cuando los síntomas estén empeorando", afirma el doctor.

La efectividad de la vacunación

La vacuna de la gripe está indicada para mayores de 60 años y la población vulnerable: niños de entre 6 y 59 meses y adultos con determinadas patologías. En este documento de la semfyc podemos ver al completo cuáles son esos grupos de riesgo.

"Son pacientes que con la gripe pueden desarrollar complicaciones como es la neumonía u otras infecciones pulmonares que puede provocar un mayor riesgo de hospitalización, incluso de fallecimiento y por ende, tienen que estar protegidos, ya que además, a día de hoy, no existe una indicación de farmacológica antiviral de cara a la gripe", apunta el doctor Molero.

Sin embargo, y pese a las campañas anuales de vacunación de la gripe, los objetivos no se alcanzan: el objetivo es vacunar al 75% de la población mayor de 60 años, pero ese porcentaje está lejos de alcanzarse. Por ejemplo, y según indica el doctor, en la Comunidad de Madrid, la cobertura de vacunación contra la gripe no llegaría este año al 65%.

De este modo y según un análisis reciente en la Comunidad de Madrid revela que -tal como indica semfyc- "entre los ingresados por gripe, un alto porcentaje no había recibido la vacuna: el 63,6% en personas de 65 a 79 años y casi la mitad en mayores de 80 años. Esto subraya la importancia de aumentar las tasas de vacunación en estos grupos".

Por último, debemos destacar que el objetivo de la vacunación es por un lado, indica el doctor Molero, disminuir la infección y por otro, que aunque se infecte, se evite la enfermedad grave. En el caso de la gripe, estudios europeos han demostrado que la vacuna es especialmente efectiva en niños, con una eficacia superior al 50%, y que previene aproximadamente uno de cada dos casos en atención primaria.

Por último y en general, concluye el doctor Molero aludiendo a estudios publicadas de hace dos años, "a nivel global, la capacidad de prevenir casos graves (hospitalizaciones, UCI y fallecimientos) es de un 40%, es decir, globalmente, con la vacunación, hay un 40% menos de riesgo de acabar en una gripe grave que aquellos que no se vacunan".