Estudio español

Tomar en el desayuno entre el 20 y el 30% de la cantidad de energía de todo el día disminuye riesgo cardiovascular

Un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (Barcelona) muestra que tomar un desayuno de calidad y que aporte la cantidad adecuada de energía para afrontar el día reduce el riesgo de sufrir una patología del corazón.

Un desayuno. Sinc

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar (Barcelona) y publicado en la revista científica 'Journal of Nutrition, Healt and Aging' muestra que tomar un desayuno de calidad y que aporte la cantidad adecuada de energía para afrontar el día, un cuarto de la ingesta total diaria, reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, que son a día de hoy, la primera causa de muerte en España y el mundo.

El trabajo ha seguido la evolución durante tres años de 383 participantes entre 55 y 75 años, con sobrepeso u obesidad, en el proyecto PREDIMED-Plus (un ensayo clínico aleatorizado que compara el efecto de una intervención de dieta Mediterránea con actividad física versus únicamente recomendaciones sobre dieta, sobre la enfermedad cardiovascular) y ha tenido en cuenta dos factores: ingesta y calidad.

Por una parte, la ingesta de energía en el desayuno respecto al total del día, esto es, si el desayuno aportaba una cantidad adecuada de quilocalorías, entre el 20 y el 30% del total diario, o bien era menor o superior a este intervalo; y por otra parte, los efectos de tomar un desayuno de calidad, con un buen balance de proteínas, grasas saludables, fibra y otros elementos.

Así, los resultados han concluido que ingerir por la mañana una cantidad adecuada de energía y hacerlo comiendo bien, suma para conseguir reducir los factores de riesgo cardiovascular. De forma más detallada, según el estudio, aquellos que ingirieron por la mañana entre un 20 y un 30% de la energía total del día tenían niveles más bajos en algunos de los factores de riesgo cardiovascular.

De esta manera, la evolución de su peso corporal era mucho mejor que en aquellos participantes que ingerían más o menos energía para desayunar, presentando al final del seguimiento un índice de masa corporal entre un 2 y un 3,5% más bajo y un perímetro de cintura entre un 2 y un 4% menor.

Efectos positivos en el colesterol

Además, y según este trabajo, una correcta ingesta de energía en el desayuno también se asoció con un descenso muy importante en los triglicéridos, entre un 9 y un 18% menos, y una mejora en el llamado colesterol bueno, el colesterol HDL, de entre un 4 y un 8,5% más. El resto de marcadores no presentaban mejoras tan significativas.

Por otro lado, en relación con la calidad del desayuno, las cifras también eran positivas. Un desayuno de calidad significa, según los investigadores, que tenga la cantidad adecuada de proteínas y de grasas de alto valor biológico (las llamadas grasas buenas), así como fibra y otros minerales y elementos, como el potasio y el hierro, pero sin un exceso de azúcares añadidos y de grasas saturadas.

Así, los participantes que tomaban un desayuno de calidad presentaban menos obesidad abdominal al final del seguimiento, un 1,5% menos de perímetro de cintura, menos triglicéridos, un 4% menos, y más colesterol bueno, un 3% más.

"Nuestros datos indican que la calidad está asociada a una mejor evolución de los factores de riesgo cardiovasculares. Tan importante es desayunar como hacerlo de calidad. Importa mucho la calidad de lo que comemos", explica Álvaro Hernáez, investigador del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, investigador del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.

Igualmente, tal como afirma por su parte, Montse Fitó, coordinadora del Grupo de investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del centro de investigación del Hospital del Mar y del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), comer la cantidad adecuada de energía y hacer un desayuno de calidad suman para prevenir el riesgo cardiovascular: "Hemos confirmado que las recomendaciones dietéticas sobre la calidad de lo que se come han sido efectivas, a nivel de evolución de los factores de riesgo a lo largo del tiempo en adultos con alto riesgo cardiovascular", concluye.